Unas cuantas sesiones después los valores de crecimiento volvieron a hacerlo mejor que los sectores más cíclicos, sin que esto implique que estos últimos lo haya hecho mal.
De hecho, índices con una importante representación de compañías con una relevante sensibilidad al ciclo económico, como pueden ser el Dow Jones o el Russell 2000 marcaban máximos históricos en Estados Unidos. A esto pudieron ayudar varias razones más allá de las manidas valoraciones: la relajación de las rentabilidades exigidas a la deuda pública, los problemas con la vacuna de AstraZeneca o el descuento de lo que se espera que diga hoy Jerome Powell.
Vayamos por partes: son varios los países europeos que han puesto en cuarentena (y nunca mejor dicho dada la situación) la vacunación con la solución de AstraZeneca por la posible relación que esta tenga con la aparición de trombos sanguíneos. Tanto la compañía, presentando estudios como prueba, como la Agencia Europea del Medicamento sostienen que no hay evidencias de que este efecto sea causado por la inyección, pero lo cierto es que si ya antes había reticencia por parte de parte de la población ante esta “marca” en particular, esto no hace sino empeorar la reputación de la misma. Llevado esto a los mercados estamos en lo de siempre: cualquier retraso en los calendarios de vacunación anunciados (y esto posiblemente genere demoras) será mal recibido por los cíclicos y volverán los inversores a pensar en lo que hacemos mientras no hacemos nada en casa.
Seguidamente hoy tendremos la comparecencia de Jerome Powell, del que se espera que relaje un poco las expectativas sobre el mapa de tipos de la economía americana. Si bien muchas voces comienzan a hablar de que podremos ver la primera subida de las referencias ya en 2022, parece que el presidente de la Reserva Federal no se mostrará tan positivo con el estado de la economía norteamericana, resaltando los riesgos y defendiendo el soporte que la institución monetaria brinda.
La explicación de cómo afecta la caída de las rentabilidades de la deuda en las valoraciones de las compañías la referencio en textos previos, aunque seguro que ya se la saben.
Para acabar, tengo que confesar que me gustaría que pudiésemos pasar un día sin #últimasnoticias desde la esfera política, porque parece que en ese mundo paralelo en el que viven no hay pandemia. En fin, al menos si quieren dar espectáculo podrían hacerlo bien. Imagínense un cara a cara, estilo boxeo, entre Ayuso e Iglesias. La audiencia de La isla de las tentaciones se quedaría en un juego de niños en comparación.
Buen martes.