Esta semana es, por ahora, y sin pinta de que cambie sustancialmente, la peor para los mercados desarrollados desde marzo.
Es verdad que por aquel entonces nos asomábamos a lo desconocido y que en este caso deberíamos estar mejor preparados, pero, ¿lo estamos? La reacción de la clase política vuelve a ser restringir libertades, después de no haber encontrado (o no haber buscado) otro tipo de soluciones durante todo este tiempo. Este revés para la actividad económica no había sido reflejado por los inversores en las cotizaciones de los activos de riesgo, ya que si bien sabíamos que habría una segunda ola más larga pero menos letal, no esperábamos volver a la misma situación de confinamientos, toques de queda, etc.
A esto, por si fuera poco, se une la cercanía de las elecciones presidenciales estadounidenses, que se celebran el 3 de noviembre y para las que, a medida que se acercan, se ajustan más los resultados de las encuestas. Creo que son suficientes razones para que se produzca una toma de beneficios indiscriminada, de la que no se salvan ni estilos de inversión, ni sectores, ni capitalizaciones ni nada. Probablemente ayer también ayudasen al mayor volumen e intensidad de la caída todos los programas de trading de alta frecuencia, tendencias, coberturas, y un sinfín de participantes del mercado, cada cual con sus objetivos. El mercado no siempre sube por una mejora en los precios objetivos de las compañías, ni siempre baja por lo contrario.
Hoy tendremos comparecencia de los presidentes tanto del BCE como del Banco de Japón. De Christine Lagarde se espera que haga alguna declaración a favor del sustento de la economía en estos momentos difíciles. Ya sabemos que cuando de bancos centrales hablamos, la dialéctica es importante, y cualquier silencio administrativo podría verse como algo preocupante en un momento de pesimismo como el actual.
Para finalizar, la campaña de resultados corporativos parece estar pasando sin su habitual protagonismo por nuestras vidas, pero quizá hoy sea digno de atender. Apple, Amazon, Facebook y Google reportarán sus cuentas al cierre del mercado americano. Son cuatro de las compañías que probablemente muchos usemos a diario y que deberían verse beneficiadas por las políticas de quedarse en casa. Veremos.
Buen jueves.