Buenos días.
A falta de más escandaleras y bochornos llegados desde el inagotable frente de la política internacional, hay días en los que el mercado se puede permitir disfrutar de lo que de verdad debería importarle, como es la evolución de las compañías y la economía.
Precisamente hoy empieza un aluvión de resultados empresariales que sin duda marcarán el desarrollo de la sesión, sin olvidar que el flujo de novedades de adquisiciones podría continuar tras lo visto con AT&T o BAT.
Lo más destacado de ayer fue la verificación de que Europa está mejorando desde un punto de vista económico… porque desde el de nuestros dirigentes deja mucho que desear. El PMI compuesto de la zona euro batió sobradamente las previsiones para alcanzar el máximo en diez meses, gracias principalmente a Alemania, dado que Francia sigue flojeando debido a un anquilosamiento estructural con mucha historia a sus espaldas. Cabe extraer las dos lecturas internas más importantes de estos datos, nuevos pedidos e inflación. Respecto al primero, augura mejoras a futuro por el lado de la (necesaria) demanda, mientras que en lo que corresponde a la presión por la vía de los precios, ésta indica que hay vida. Que sea una tendencia sostenible a lo largo del tiempo es lo que queda por ver.
No era día de elecciones, pero nos guste o no, el combate más que carrera electoral en EEUU, será determinante durante estas dos semanas, todo en función de cómo vayan avanzando las encuestas. Pero mucho cuidado con eso de que Trump no tiene opciones, porque el brexit tampoco las tenía, dado que las cosas nunca pasan, hasta que pasan. Las votaciones son algo que no se puede profetizar, pero sí se puede intentar con la política monetaria, y lo cierto es que las declaraciones de los representantes de la Fed que dicen que habrá subida de tipos en diciembre tienden a la unanimidad.
La OPEP, ese organismo internacional que defiende los intereses de sus miembros por igual… Pues no es eso lo que dice la historia, no, y el último acuerdo de reducción de la producción podría quedarse algo demasiado ambicioso vistas las intenciones de algunos países de considerarse especiales y necesitar seguir aumentando su techo de producción. O puede que esta vez cumplan.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones