El día de ayer tran en suscurrió con la incertidumbre que genera en el panorama internacional el ataque a las instalaciones de Aramco este pasado domingo.
Mientras Arabia Saudí y Estados Unidos parecen estar decidiendo si responsabilizan de este ataque a Irán, con la consiguiente represalia, los índices de renta variable mostraban ligeras caídas. El petróleo sí que continúa instalado en sus 68 USD/barril, y eso que tanto el propio régimen saudita como Japón han declarado poder contrarrestar el obligado recorte de la oferta con sus reservas. Seguiremos de cerca cómo avanza este conflicto, pero tiene todas las papeletas para ser el nuevo protagonista de esta película de suspense en la que vivimos.
Aunque podamos cambiar el foco geopolítico y situarlo en Oriente Medio, en Washington siguen tratando de alcanzar un acuerdo comercial con China. De hecho, para esta misma semana está convocada una reunión entre funcionarios de segundo nivel, de la que no se espera nada relevante. Londres también reclama su trozo de pastel, el que a Boris Johnson se le está indigestando. Ayer se reunía con Juncker para tratar de avanzar en la modificación del acuerdo de salida, pero no solo no conseguía ningún avance, sino que el Tribunal Supremo del Reino Unido puede incrementar la posición de fuerza de la Unión Europea si declara que el cierre del Parlamento británico es ilegal, para lo que hoy empiezan las audiencias.
Entre tanto House of Cards, Jerome Powell y el resto de miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal deciden mañana si vuelven a bajar los tipos de referencia americanos. Aunque una disminución de 25 pb ya está descontada por el mercado, el hecho de que el movimiento previo se definiese como un ajuste de mitad de ciclo y que datos macroeconómicos recientes (ventas minoristas y confianza del consumidor, fundamentalmente) hayan sido positivos, pueden soportar la inacción del organismo.
Y en España, ¿conseguiremos evitar nuevas elecciones in extremis? Albert Rivera sorprendía a propios y extraños con una propuesta para desbloquear la legislatura. No parece que Pedro Sánchez esté dispuesto a aceptarla, pero no le debe de haber parecido mal del todo cuando el PSN ya se ha reunido con Bildu para hablar de su coalición en Navarra, y el presidente dice estar dispuesto a reunirse con el líder naranja después de mucho tiempo. No lancemos campanas al vuelo pues si en algo somos campeones del mundo últimamente (además de en baloncesto) es en votar varias veces al año.
Buen día.