Buenos días.
En la reunión de la Reserva Federal de la semana que viene se podrán subir o no lo tipos, discutir tal o cual camino o no, pero lo que sí es indefectible es que habrá guerra en el seno del FOMC. Por lo visto el viernes en las bolsas de EEUU y como se comportaron ayer las europeas, era evidente que la tiritona se apodera de los inversores cuando no se cumplen todos y cada uno de sus deseos.
Entonces, ¿qué ha cambiado en horas? Nada más que las declaraciones de otra de las integrantes de la Fed, que no cambió de bando como se podía temer, pues Lael Brainard mantiene su postura proclive a no subir todavía los tipos. Hubo otros dos miembros del banco central que expresaron fuertes dudas por no endurecer la semana que viene la política monetaria norteamericana, pero como ya se conocía su postura de antemano, fueron ignorados por los inversores. Siendo para mejor o para peor, ya no habrá más declaraciones públicas de ningún miembro de la Reserva Federal hasta que se sepa si los tipos de interés suben otro cuarto de punto o se mantienen donde están.
El petróleo, como el resto de las materias primas, tiene una dependencia/relación inversa con el valor del dólar. Pero no es eso lo que nos ocupa hoy, sino la postura de la OPEP, supuesta o ficticiamente dispuesta a contener la cotización del barril en un rango no muy amplio. La producción de sus integrantes se redujo levemente en agosto, aunque las preocupaciones del cartel siguen viniendo por el lado del fracking, pues reconocen no haber contado con la fortaleza mostrada por estos productores.
China no se salva tampoco de lo que pueda suceder con el dólar ni con el petróleo, pero de nuevo son otros los asuntos de los que hablar hoy. Después de haber sido la principal preocupación por el efecto arrastre que una desaceleración descontrolada pudiera tener sobre el resto del globo, la tendencia de los indicadores recientes viene a decir que existe cierta estabilización, no exenta de retos. Pero saber que la aún poderosa producción industrial crece todavía por encima del 6% es muy buena noticia de cara a la estabilidad. Quizás más aún que las ventas minoristas, punta de lanza de esa nueva economía china, suban más de lo que se espera de ellas, además de seguir haciéndolo a tasas superiores al 10%.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones