A uno de enero, los sectores con la etiqueta de value apuntaban a ser los grandes animadores del «mercado 2017».
Pero, cosas de la vida, son los llamados growth los que están ayudando a los índices de Nueva York a romper nuevos máximos históricos. Para ser más exactos, son las grandes tecnológicas las que están surtiendo la gasolina, por eso de que a una idea disruptiva como son muchas de estas, el ciclo le va y le viene de aquella manera.
Y es que en las últimas semanas la actualidad macroeconómica de EEUU está sufriendo un frenazo que, de puntual, va pasando a generalizado. Así lo cree y cotizan los inversores y, si no, nada como comprobar lo que viene haciendo la curva de los Treasuries. Pero parece no estar solo el mercado, pues ayer el primer miembro de la Reserva Federal, Charles Evans para ser más exactos, mencionó la posibilidad/necesidad de esperar hasta diciembre para aplicar la próxima subida de los tipos de interés.
Por su parte, el brexit, o al menos la idea inicial del mismo, ya es una realidad desde ayer mismo gracias al inicio oficial de las conversaciones. Dónde y cómo va a terminar esto es una incógnita no porque se trate de un asunto de alta política, sino porque son los propios británicos los que no parecen tener muy clara la última parada. Pero también se debe hablar de la superpresidencia que asume Macron, puesto que las expectativas de reforma son quizás demasiado altas para un país con tendencia al inmovilismo burocrático. Pero quién sabe si aquí llega el cambio.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones