El susto del lunes desapareció y las fuertes caídas que vimos se tradujeron en alzas en el día de ayer. En Estados Unidos, el Dow Jones alcanzó los 35.492 puntos con una subida de 1,60%, S&P 4649 (+1,78%) y el NASDAQ 15341 (2,40%). Las subidas en Asia fueron más suaves, pero todos los índices en positivo, destacando China con la iniciativa de su Gobierno en ayudar al mercado inmobiliario.
EL petróleo tuvo un comportamiento positivo con el West Texas alcanzando 71,18 (lleva una ganancia en el año de 46,68%) y el brent alcanzó 73,89 con una rentabilidad en el año de 42,66%. En relación a los metales, el comportamiento en este año está siendo muy positivo exceptuando el mineral de hierro con una caída de -36,10% y el oro y la plata al contado que no terminarán en positivo este año.
En Europa las bolsas tuvieron también un comportamiento muy positivo, con fuertes rebotes, olvidando las caídas del lunes y la preocupación de la nueva variante ómicron. El Eurostoxx alcanzó 4174 puntos con un alza de 1,65% (rentabilidad en el año 17,52%) y el IBEX 35 se quedó a las puertas de los 8.400 aunque el comportamiento en el año ha sido muy pobre en relación a las demás bolsas europeas, con un crecimiento a día de hoy de 3,89%.
Y este buen comportamiento se debe, en parte, a las palabras del presidente de Estados Unidos, afirmando que la variante ómicron no afectará considerablemente a aquellos ciudadanos vacunados y por tanto no impondrá fuertes restricciones. Ese mismo pensamiento se está dando en Europa, con la intención de acelerar la vacunación a aquellos no vacunados especialmente a los jóvenes, y así evitar restricciones que afecten considerablemente al crecimiento económico europeo.
Sobre los tipos de interés, ayer vimos una subida de las rentabilidades algo más acorde a la situación de mercado, y a la esperanza de que la economía no sufrirá demasiado por la nueva variante de la COVID.
En Estados Unidos, el bono a diez años volvió a los niveles de 1,46%, cuando un día antes se encontraba en 1,35%. Destaca el estrechamiento del diferencial entre el bono americano a dos años (0,66%) y el bono a diez años (1,46%) que se encuentra en el mínimo del año. Esta situación es preocupante y deja dudas a los inversores sobre el creciente futuro americano al ver cómo se aplana la curva cada vez más. Esperemos que este aplanamiento se frene y volvamos a ver una curva más positiva, lo que nos llevará a pensar que el crecimiento se mantendrá en el tiempo.
En los bonos, los ganadores este año han sido los bonos financieros convertibles contingentes (el índice ha superado el 10% de rentabilidad) y los bonos high yield, por el apoyo de los bancos centrales con sus políticas ultraexpansivas. En Estados Unidos se ha superado el 4,60% anual y en Europa el 3,35%. La impresión es que el año que viene los bancos centrales seguirán con sus políticas monetarias y los precios de los bonos seguirán teniendo un suelo, aunque nos exigirá ser más selectivos.
Los bonos soberanos han sido los grandes perdedores por los esperados tapering y el alza de la inflación, ya no tan transitoria como decían los bancos centrales hace solo unos meses. El bono americano a diez años se deja este año -2,24%, su comparable alemán -1,2%, el francés -3% y los bonos soberanos emergentes en moneda fuerte -2,95% y en moneda local -2%. Y esta tendencia todavía no ha acabado.
Hoy tenemos la publicación en el Reino Unido y en EE. UU. de la lectura final del PIB del tercer trimestre de 2021 y los índices de los precios de la producción en Francia y España. En Estados Unidos se publicará el índice de confianza de los consumidores estadounidenses del mes de diciembre. Se espera 111 desde el 109,50 del mes anterior.
Feliz miércoles.