Los mercados de acciones registraban un día mixto a medida que el optimismo sobre una posible vacuna se desvanecía y las preocupaciones de crecimiento resurgían, a pesar de los planes de reabrir las economías.
En Estados Unidos, el presidente de la Fed, Jerome Powell, testificó ante el Comité Bancario del Senado reiterando que utilizaría toda su gama de herramientas para apoyar la economía y que muchas de sus medidas de emergencia estarían operativas a finales de mes. En la misma audiencia, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que estaban trabajando para ampliar la elegibilidad de sus fondos de rescate corporativo y se encontraban dispuestos a apoyar de cualquier manera la recuperación económica. Mientras tanto, el paquete adicional de alivio propuesto de tres billones de dólares se mantuvo en punto muerto. El S&P 500 retrocedía un 1% y las acciones energéticas y financieras fueron las que presentaron caídas más abultadas.
Los inversores de deuda pública celebraban con compras la propuesta franco-alemana de crear un fondo de recuperación de la UE. El fondo, de aprobarse, podría recaudar en la región 500.000 millones de euros para apoyar subvenciones expedidas directamente a los Estados miembros, algo a lo que los países del norte han planteado objeciones, ya que exigen algún tipo de supervisión a los receptores. También, los bonos del Tesoro de los Estados Unidos registraban precios superiores antes de la importante emisión de nuevos bonos, incluyendo una subasta de bonos a 20 años que hacía tiempo que no veíamos. En cambio, en la audiencia del Senado, Steven Mnuchin dijo que no había suficiente demanda para apoyar la introducción de un bono de 50 o 100 años y el Tesoro continuaría financiando el déficit a través de la emisión a plazos más cortos que luego intentará cambiar a deuda a largo plazo.
A nivel económico, ayer teníamos datos relativamente positivos, como el índice ZEW alemán o el inicio de nuevas viviendas en Estados Unidos. Ambos datos se sitúan en niveles muy bajos, pero dentro de lo que cabe nos hacen pensar que al menos ya hemos pasado lo peor desde el punto de vista económico. Esperemos que, de esto, tampoco tengamos una segunda ola. En cambio, los datos que parece que no terminan de encontrar mínimos son los de inflación. Hoy conoceremos los del Reino Unido y los finales de la zona euro. Es cierto que la caída del petróleo ha sido muy importante, pero el cierre de las economías está teniendo un mayor impacto que los costes energéticos.
Buen día.