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11/03/2024 AUTOR: Jorge González Morning meeting

¿Estaremos ante el final del ciclo de mercado?

El cierre de semana fue más negativo de lo esperado, sobre todo viendo cómo iniciaban la sesión los mercados europeos. Las cifras de empleo del mes de febrero de Estados Unidos no fueron bien recibidas. Además, muchos analistas empiezan a advertir de que la expansión de múltiplos que hemos ido viviendo este arranque de 2024 ha sido excesivo y de que podríamos estar cerca de máximos. Algo relativamente lógico si tenemos en cuenta que el principal índice del mundo, el S&P 500, ha subido cerca de un 35% desde el inicio del año pasado.

 

Informe de marzo
Informe mensual - Tressis visión
 

La debilidad en el grupo más influyente del S&P 500 pesó mucho en el comportamiento del mercado. La tecnología se vio sometida a presión, con el Nasdaq 100 dejándose un 1,5% y Nvidia deteniendo una racha ganadora de seis días y registrando una caída intradiaria del 10%, como si se tratara de un pequeño chicharro. Tesla extendió la caída de esta semana al 13% y Broadcom se desplomó por las ventas de chips.

 

 

La semana pasada la comparecencia de Powell en el Congreso y la reunión de marzo del BCE sirvieron para mandar un mensaje claro al mercado: los bancos centrales tienen previsto bajar tipos, pero siguen necesitando disponer de más datos para confirmar que la inflación se modera definitivamente. De hecho, el presidente del Banco de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, dijo el viernes que espera que los responsables de la política monetaria bajen las tasas de interés este año a medida que la inflación se enfríe aún más. Por lo que ahora todo apunta a que habrá que esperar a junio para tener novedades monetarias. En ambos casos la buena noticia es que han señalado que los datos van en la buena dirección, sobre todo en el caso de la inflación, porque al menos el crecimiento, en el caso europeo se ha revisado a la baja.

 

Tras los importantes eventos del jueves, el viernes toda la atención estaba centrada en el dato de creación de empleo y de salario medio por hora de febrero en EE.UU. que movieron el mercado. Las empresas crearon 275.000 puestos de trabajo, por encima de las previsiones de consenso de alrededor de 200.000, pero se revisaron a la baja las cifras de enero, de 353.000 a 229.000. Además, la tasa de desempleo subió inesperadamente del 3,7% al 3,9%, su nivel más alto en más de dos años. En una señal positiva para la inflación, los ingresos medios por hora aumentaron un 0,1%, por debajo de las expectativas y muy por debajo del aumento del 0,5% de enero.

 

Por tanto, parece lógico el retroceso generalizado de las rentabilidades exigidas a la deuda soberana, en un contexto en el que ya han alcanzado niveles acordes a los mensajes de los bancos centrales sobre la cuantía de las bajadas de tipos que cabe esperar en 2024.

 

El bono del Tesoro de EE.UU. a diez años se situó en su nivel intradía más bajo (4,03%) desde el 2 de febrero. De igual modo, los rendimientos de los bonos gubernamentales a diez años de Alemania, Italia y Francia volvían a registrar un día de caídas, es decir, de aumento de sus precios. Toda la curva se movía en paralelo, por lo que veíamos también un incremento de los precios de los bonos a dos y cinco años, siendo estos últimos los que mayores caídas de rentabilidad registraban.

 

En el mercado de bonos corporativos con grado de inversión, vivimos una semana bastante movidita en el mercado primario, con una oferta total de 51.000 millones de dólares, superando las expectativas de entre 30.000 y 35.000 millones de dólares. Las condiciones técnicas favorecieron a los bonos de alto rendimiento, ya que los pagos de cupones fueron elevados, mientras que las nuevas emisiones netas siguieron siendo modestas.

 

Por su parte, el dólar registró su racha de pérdidas más larga desde octubre y el bitcoin tocó brevemente los 70.000 dólares, niveles con los que estuvo coqueteando todo el domingo.

 

En la otra punta del globo continuaron las especulaciones de los inversores sobre las posibles decisiones de política monetaria del Banco de Japón (BoJ), que podría estar más cerca de subir los tipos de interés a corto plazo fuera de territorio negativo de lo que se pensaba hace unos días. Los comentarios de un miembro del Consejo de Política de la junta del Banco de Japón sugirieron que se vislumbraba un círculo virtuoso en el que los precios subían junto con los salarios (una condición previa declarada para el endurecimiento de la política monetaria). Hoy hemos tenido la revisión del PIB del cuarto trimestre.

 

En este contexto, el rendimiento de la deuda pública japonesa a diez años subió al 0,73% desde el 0,71% de finales de la semana anterior. El yen se apreció bruscamente a alrededor de 147,4 yenes frente al dólar estadounidense, desde cerca de 150 la semana anterior. La fortaleza de la moneda pesó sobre los exportadores de Japón, ya que obtienen una parte significativa de sus ingresos del extranjero. Los mercados bursátiles japoneses se han visto significativamente impulsados por la histórica debilidad del yen en los últimos tres años. ¿Estaremos ante el final del ciclo de mercado?

 

Cerca de allí, Pekín fijó un objetivo de crecimiento económico de alrededor del 5% este año en la Asamblea Popular Nacional, el parlamento chino, que se ha reunido entre el 5 de marzo y hoy. El gobierno definió el déficit presupuestario en alrededor del 3% —el mismo objetivo que a principios del año pasado hasta que posteriormente se elevó al 3,8% para dar cabida a más préstamos— y dijo que emitiría un billón de yuanes en bonos del Estado especiales ultralargos del gobierno central para apoyar el crecimiento.

 

Ya veremos cómo se toma el mercado dicha noticia. En cuanto a los datos macro, la semana nos traerá la publicación del IPC, las ventas minoristas y los precios a la producción, todos ellos de febrero y EE.UU.

 

Buena semana.

 

Jorge González Gómez
Director de Análisis

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