Feliz Año Nuevo chino. Esperemos que las fiestas de la primavera traigan un respiro para un mercado que no ha levantado cabeza durante el último año y que el dragón les traiga fuerza a una economía puntal para el comercio global.
En los últimos días, el gobierno de la República Popular de China ha tomado medidas adicionales para afianzar la confianza de los inversores, incluida la sustitución del jefe del regulador de valores del país y la intervención directa en los mercados bursátiles a través de gestores de activos estatales que han aumentado su presencia en los ETF tras los mínimos de cinco años marcado hace unas jornadas. Después de caer un 6,3% en enero, el índice CSI 300 subió un 5,8% la semana pasada.
Informe de febrero
Por su parte, Wall Street marcó un hito el viernes, cuando el S&P 500 superaba los 5.000 puntos al cierre, en medio de un renovado repunte de las grandes tecnológicas, en especial de Meta. Dicho máximo se marca un día clave para aquellos que buscan patrones de inversión en torno a la Super Bowl. La noche más importante del fútbol americano suele verse precedida por la euforia bursátil y en este caso no fue diferente, aunque el Dow Jones no pudo cerrar en máximos. Algo que sí consiguió el Nasdaq, gracias al buen comportamiento de los valores relacionados con la inteligencia artificial y que han impulsado al índice a máximos. En el caso europeo, el resultado del viernes fue mixto.
Pero esta semana los mercados de renta fija volvían a dar señales muy claras a los inversores en renta variable. Y es que después de un comienzo tranquilo de la semana, el mercado cobró impulso el miércoles, aparentemente ayudado por la subasta récord de bonos a 10 años del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por 42.000 millones de dólares. La subasta calmó los temores de que los niveles récord de endeudamiento del Gobierno elevarían los costes de financiación, eliminando así parte del poder de la Reserva Federal para recortar los tipos de interés si fuera necesario para estimular la economía en los próximos meses. Dicha subasta, junto con la de bonos a 30 años, no impidió que la referencia del mercado cerrara con un fuerte repunte de la rentabilidad exigida hasta el 4,17%. Algo parecido veíamos en Europa, donde los bonos volvían a sufrir un duro correctivo y el alemán a diez años cerraba la semana pasada cerca del 2,4%.
Y es que varios altos funcionarios del Banco Central Europeo han venido advirtiendo contra las expectativas de recortes de tipos. En una entrevista en el periódico Financial Times, Isabel Schnabel, miembro de la Junta Ejecutiva, argumentó en contra de una reducción temprana, citando los precios rígidos de los servicios, un mercado laboral resistente y los ataques a los buques en el mar Rojo, que interrumpen las cadenas de suministro. Por su parte, el economista jefe, Philip Lane, dijo en Washington que se requerían más pruebas antes de que los responsables de la política monetaria pudieran estar seguros de que la inflación se estabilizaría en el objetivo del 2% del BCE. Además, en los últimos días hemos visto cómo la inflación repuntaba más de lo esperado y cómo el sector manufacturero frenaba su caída.
La noticia curiosa de la jornada, ahora que volvían a salir a la palestra los problemas de la banca regional, era que el presidente ejecutivo de New York Community Bancorp y otras personas relacionadas con el banco han comprado más de 200.000 acciones de la compañía, aprovechando que ha perdido aproximadamente la mitad de su valor desde que hace un par de semanas anunciara un recorte de dividendos y mayores provisiones.
Hoy no esperamos grandes noticias. Con los mercados chinos de celebración y los americanos de resaca post Super Bowl, serán los europeos los que pongan algo de picante a la jornada. Ya mañana conoceremos los datos de IPC de Estados Unidos de enero, que, junto con las publicaciones del PIB del cuarto trimestre de potencias económicas como Japón, Reino Unido y la zona euro, serán las principales referencias económicas de la semana.
Buena semana.