Ayer asistimos a una nueva sesión en la que los índices europeos sacaban pecho del buen estado macroeconómico que atraviesa la región frente a EEUU, donde los inversores optaban por valores de corte defensivo y la curva de tipos se aplanaba aún más ante la ausencia de expectativas de aumento de la inflación.
No obstante, dejamos atrás otra jornada ejemplo de la complacencia existente en los mercados financieros. La búsqueda de rentabilidad por parte de los inversores aboca a la compra de renta variable, y si no, ¿quién diría que después de las «liquidaciones controladas» de Popular y de los bancos del Véneto, el VIX iba a estar en niveles no vistos desde 2007?
Bueno, motivos los hay, como son los buenos datos macroeconómicos de los que hace gala la economía europea y el hecho de que, parece ser, que se ha llegado a un sistema de liquidación de bancos poco sostenibles sin que cunda el pánico y se formen colas en los cajeros, aunque en el caso de los italianos, aquello de «no más dinero público» se ha interpretado a su manera.
En lo puramente macro, como adelantábamos, Alemania hacía gala del buen momento que atraviesa, o así lo interpretan los empresarios con un dato de confianza de 106,8 vs. 106,4 y un Ifo de 115,1 vs. 114,4, datos que, aunque no sean máximos históricos, son anormalmente altos. La otra cara de la moneda era EEUU, donde los pedidos de bienes duraderos subyacentes subían una décima (cuatro por debajo de lo esperado) y dejaban el dato agregado en una caída del 1,1%.
Desde luego el estado del sistema financiero europeo y las políticas monetarias serán algunos de los temas que tendrán que tratar los presidentes del BCE, BoE y BoJ en el foro anual de banqueros que tiene lugar en Sintra. Yellen, por su parte, hará lo mismo, pero desde un congreso en Londres.
Buen día.
Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones