Podremos estar más o menos de acuerdo en las medidas, pero Estados Unidos tiene una determinación para combatir con las consecuencias económicas difícil de ver en una Europa divida a más no poder.
Da igual la cantidad de muertos o que ya empecemos a conocer cifras de caídas del PIB no vistas desde los años 60. El Eurogrupo es incapaz de ponerse de acuerdo y todo lo que consigan aprobar van a ser migajas. No es que yo piense que necesitemos los llamados coronabonos, ni otras medidas pedidas por Italia o España, pero no nos vendría nada mal dar una imagen de unidad. Tras la larga reunión del Eurogrupo de ayer quedaron en el aire los 100.000 millones de ayuda al desempleo, que parece que se va a quedar en un préstamo. Tampoco hubo muchos avances en las líneas de crédito de 200.000 millones del MEDE, mecanismo que en el pasado implicaba el rescate por parte de los socios; ni sobre el apoyo por parte del Banco Europeo de Inversiones a las pymes con otros 200.000 millones. Lo que no tiene pinta que vaya a suceder en ningún caso es la emisión mancomunada de deuda, más que nada, porque a nuestros socios no les ha hecho ninguna gracia que el déficit del Reino de España alcanzase el 2,7% el 2019, el año que había supuesto “el saneamiento de la economía española” y cuando nos habíamos comprometido a no superar el 2%.
A nivel bursátil, ayer teníamos una jornada tranquila, de esas de las que ya nos habíamos olvidado que existían. Comportamiento mixto de los mercados, tras la fuerte subida del lunes. No había nada reseñable en el plano macro, así que los inversores aprovecharon para reposicionarse y recomponer las carteras, cada uno según las expectativas que tiene, si es capaz de tenerlas. La noticia en el mercado de renta fija venía desde Australia, ya que S&P rebajaba su perspectiva de rating pero los dejaba en el escalón AAA, una calificación que ya quisiéramos para nosotros. Además, la agencia estima que la crisis del coronavirus empujará a la economía oceánica a la primera recesión en 30 años, lo que deteriorará la situación fiscal del país.
Con todo este escenario solo nos queda esperar: esperar a conocer los datos trimestrales de las empresas, esperar a los datos macroeconómicos, y esperar a que nos levanten el confinamiento como hoy han hecho en Wuhan, cuna de la epidemia, y en los próximos días en Dinamarca y Austria.
Buen día y feliz Semana Santa