La curva americana continua invirtiéndose y enviando señales de que la guerra comercial puede mandar a recesión a la principal economía del mundo.
Pero las bolsas se lo tomaron de forma mixta: mientras las acciones europeas subían gracias al empuje de las empresas de coches ante las expectativas de mayor demanda china, las americanas retrocedían ligeramente. El petróleo vivía también una buena sesión, aunque no era por el posible aumento de la demanda global, sino por las incertidumbres geopolíticas y la negativa del presidente iraní a reunirse con Trump hasta que no les levanten las sanciones.
En cuanto a las disputas geopolíticas, ya tenemos nuevo frente en la guerra comercial. Ahora que parecía que Trump relajaba sus pretensiones frente a China y la UE tras la cumbre del G7, estallan las relaciones de Japón con Corea del Sur. Las disputas se desataron el mes pasado cuando Tokio empezó a restringir las exportaciones de varios compuestos necesarios para la producción de semiconductores y otros elementos electrónicos.
Al menos las noticias que llegaban de Italia eran un poco mejores. Todo indica que el primer ministro dimisionario, Giuseppe Conte, guiará la mayoría parlamentaria de izquierdas que están formando el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, a pesar de sus profundos recelos, rencillas personales y desconfianza mutua. Los mercados, a pesar de que no termina de gustarles mucho eso de que gobiernen los antisistema, lo celebraron con nuevas compras de la deuda transalpina y eso que aún no conocemos cuáles son las intenciones fiscales del nuevo ejecutivo.
Mientras, en el Reino Unido la oposición busca un punto en común para evitar que el brexit se produzca sin acuerdo. Por su parte, Boris Johnson sigue intentando encontrar una alternativa a la salvaguarda irlandesa.
El día que no tengamos noticias geopolíticas o de disputas internas dentro de alguna de las principales economías del mundo los inversores se quedarán sin excusas para asumir que la situación económica continúa empeorando y que el único sostén del mercado están siendo los bancos centrales y la capacidad de consumo de las familias. Como uno de los dos cambie su actual dinámica podríamos tener problemas muy graves.
De hecho, ayer conocíamos que la confianza del consumidor americana se mantiene fuerte a pesar de la caída de las expectativas futuras. Pero los precios inmobiliarios empiezan a dejar de aumentar con la misma fuerza que en el pasado.
Buen día.