La semana, por derecho, es cosa de la Reserva Federal y punto.
Tan solo un evento de envergadura de guerra podría llevar la reunión de la Fed a un segundo plano, pues las consecuencias sobre los mercados pueden ser capitales estos días. Sin el menor ánimo de contribuir a la espiral de especulaciones, lo que sí espera una mayoría aplastante del mercado es que se anuncie el comienzo de la reducción del balance del banco central, si bien cualquier pista sobre los tipos de interés siempre será bienvenida.
Lo mejor con lo que nos podemos quedar es que la evolución de las elecciones federales alemanas del domingo tampoco va a tener mucho eco. No es que sea positivo olvidarlo, pero sí al menos quitarnos de encima algo de ruido político, que aquí, en España, bastante tenemos ya con el referéndum catalán para marearnos otro poco más con asuntos externos.
Por lo que respecta al viernes y los mercados, todo quedó reducido a EEUU y el calendario de indicadores económicos. La primera conclusión es que los huracanes Harvey e Irma van a tener un impacto bastante apreciable en la actividad del mes y el trimestre en su conjunto. Las dos primeras referencias que así lo reflejan, con caídas intermensuales naturalmente, son las ventas minoristas y la producción industrial, por lo que este dato pierde algo de representatividad respecto a la visión global.
En el lado más puramente positivo, o por lo menos mixto, están dos de los muchos adelantados. Tanto el regional de manufacturas de Nueva York como la confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan batieron a las previsiones, si bien también en ambos casos quedaron por debajo de la cifra precedente, lo que también debe ser tenido en cuenta en lo que a tendencias se refiere.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones