Buenos días.
Aún habremos de esperar más de dos sesiones europeas de mercado para conocer cuál es la decisión que toma la Reserva Federal. Mientras tanto, no cabe esperar movimientos a largo plazo de los inversores por culpa de la incertidumbre. Precisamente en esa misma línea se ha expresado el Banco de Japón, que alerta de la desaceleración del bloque emergente, misma tendencia negativa que la seguida por la producción industrial nipona en los últimos dos meses.
Otra de las pocas novedades de un día con escasez de actividad salió de Brasil, necesitado de respuestas institucionales para hacer frente a la recesión y la amenaza de las agencias de rating. Poco ha tardado el Ejecutivo de Dilma en volver a sacar el cuchillo para paliar el desequilibrio de las cuentas públicas, ahora con un ajuste de gasto de USD 6.800 MM con el que lograr superávit fiscal primario (antes de intereses). Esta última medida encaja dentro de un entorno absolutamente contrario al país carioca, tanto por el hundimiento del precio de las materias primas como por la probable subida de tipos, dos amenazas verdaderas y de un peso enorme.
Para encontrar algo de lo poco bueno y bonito del día, diga zona euro. La producción industrial de julio creció seis décimas, dato acompañado de una revisión al alza del de junio, con lo que las esperanzas de que Europa no pierda el ritmo de la recuperación siguen en pie con independencia de los frentes abiertos o por abrir.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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