Buenos días.
Llegará por fin el día en el que el hombre aprenda a discernir entre lo que quiere y lo que puede pasar (porque todo es posible).
Y también en algún momento nosotros los europeos pensaremos en lo que verdaderamente son los Estados Unidos de América, y no de Europa, nos guste lo que allí suceda o no. Ya por último, porque no pensar que el gremio de los encuestadores va a revisar sus métodos para dejar de coleccionar fracasos y explicarnos porque no ha habido bremain, ni «sorpasso nacional», ni otro Clinton en la Casa Blanca,… Así que ahora que los sondeos dan la victoria al NO en el posible próximo incendio, el reférendum italiano de diciembre, apostemos por el SI.
A estas alturas sólo el que vive en una cueva no sabe quién es y qué ha conseguido Donald Trump contra todo pronóstico. Son muchos los inversores que aún se están lamiendo las heridas del brexit, lo que quizás ayude a entender el sorprendente comportamiento que ayer tuvieron los mercados financieros. Aunque también ayuda abrir los ojos y recordar que hablamos de la democracia más longeva de la historia, no de una república africana a medio destruir.
El primer discurso como presidente electo de Trump dio un giro radical al tono de la campaña, demostrando que el principio del realismo de gobierno ya se ha implantado en su cabeza. Eso también lo valoraron los inversores, menos asustados por lo estrambótico de muchas de sus propuestas económicas o de relaciones internacionales. La cautela debe ser ahora la que reine en tanto en cuanto no se vaya desvelando el verdadero sesgo de sus políticas de todo tipo, además de que tener el control republicano de las dos cámaras legislativas no es en ningún caso un cheque en blanco.
Al más puro nivel de mercado, la sesión comenzó con la volatilidad que se esperaba de un éxito inesperado para no sólo terminar corrigiendo, sino al alza en las bolsas europeas y estadounidenses, también con subidas de las curvas soberanas (el Treasury por encima del 2% y el Bund del 0,2%) y con el dólar apreciándose frente al euro… ni que decir del peso mexicano. Porque no creer que el poder hipnótico de los bancos centrales ha podido influir, porque faltó tiempo para que varios de ellos se apresuraran a recordarle al mercado con quién están tratando y la total predisposición a evitar problemas.
El último apunte del día nos lleva como no, a la Reserva Federal, dado que la probabilidad de que suba tipos en diciembre no se ha inmutado, cotizándolo aún por encima del 80%. ¿Yellen seguirá el frente para entonces, o el futuro 45º presidente de EEUU cumplirá con una de sus bravatas?
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones