El sólido informe de empleo de mayo en Estados Unidos, los recortes de tipos de los bancos centrales en Europa y Canadá, la fluctuación de las acciones tecnológicas y las acciones meme como GameStop pintaron un panorama complejo para los inversores durante la semana. En este contexto, el viernes, los mercados reaccionaban con caídas generalizadas. Tanto en los de acciones como en los de bonos de los principales gobiernos.
Si miramos el conjunto de la semana, los principales índices terminaban de forma mixta, ya que los inversores parecieron sopesar datos contradictorios del ajetreado calendario económico de la semana. Durante estos días hemos visto cómo el índice S&P 500 y el tecnológico Nasdaq Composite alcanzaron máximos históricos intradiarios, pero los índices de menor capitalización retrocedieron. En relación con esto, las acciones de crecimiento superaron a las acciones de valor por la mayor diferencia desde principios de año, sobre todo, gracias al rally de Nvidia.
El informe de empleo de Estados Unidos destacó como el dato más esperado de la semana, revelando un crecimiento de la contratación más fuerte de lo esperado, ya que se agregaron 272.000 puestos de trabajo a las nóminas de EE.UU. en mayo, muy por encima del pronóstico de consenso de una ganancia de 180.000. Solo hubo modestas revisiones a la baja de las nóminas de los dos meses anteriores (15.000). Además, el crecimiento de los salarios fue más fuerte de lo esperado, con un aumento del 0,4% intermensual y del 4,1% interanual, lo que sugiere que la generación de ingresos sigue siendo sólida. Esta es una buena noticia para el consumidor, pero una mala noticia para las perspectivas de inflación, especialmente porque el empleo sigue con una tendencia al alza en los sectores ya ajustados. Sin embargo, la tasa de desempleo subió del 3,9% al 4%.
Este complejo panorama del mercado laboral alimentó los debates sobre las decisiones futuras de la Reserva Federal. Los mercados se apresuraron a descontar uno de los dos recortes de tipos previstos antes de finales de año. Tampoco ha ayudado a la cotización de los bonos durante la semana la revisión a la baja de la calificación crediticia de Francia de AA- desde AA por S&P Global Ratings, que citó preocupaciones de que la trayectoria de la deuda pública como proporción del producto interno bruto aumentaría hasta 2027 y no caería como se pronosticó anteriormente. Como resultado de la rebaja de la calificación francesa, la calificación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera también se rebajó a AA-. Al final de la semana, el diferencial entre el bono español y el francés a diez años ha disminuido hasta los 28 puntos básicos.
Hoy tendremos que cotizar las consecuencias de las elecciones europeas, que por lo pronto se han cobrado las primeras víctimas en Francia, donde Emmanuel Macron decidía convocar elecciones sin ni siquiera esperarse a conocer los resultados de las votaciones, así como en Bélgica, donde el primer ministro Alexander de Croo dimitía tras las elecciones federales, regionales y europeas. La derrota de los partidos en el gobierno de Francia, Alemania y España hace pensar que podremos vivir un cambio de rumbo en las políticas de la Unión Europea, sobre todo teniendo en cuenta el ascenso de partidos euroescépticos, unido al hundimiento del partido socialista europeo y los verdes. Aunque la victoria del EPP puede calmar a los mercados. A lo largo de la semana, todos los focos se irán tornando hacia Estados Unidos, donde la Reserva Federal se reúne el martes y miércoles. Además, el miércoles conoceremos las cifras de inflación de China, EE.UU. y Alemania.