El riesgo político en Europa

Se dice que el mercado es volátil cuando en muchas ocasiones debería decirse que es el sentimiento de los inversores el verdaderamente volátil.

Eso es lo que se puede ver en momentos de máximo estrés como el que estamos viviendo en este pésimo cierre de año, que nos traen unos bandazos intradiarios fiel reflejo del miedo que reina hoy sobre muchos inversores.

Como a nadie escapa, todo lo que sea dar un mensaje negativo (por muy poco que sea) por parte de la Reserva Federal, casi seguro que va a resultar en la estocada final que nadie desea para las bolsas. Se espera que se produzca la no tan ansiada subida de tipos, pero más importante será lo que diga Powell a posteriori, especialmente sobre la política monetaria de los próximos meses, aunque también acerca de la evolución económica de EE.UU. y los mercados.

Es probable que el presidente de la Fed no pueda obviar preguntas sobre el impacto de las tensiones comerciales, sea en EE.UU. o fuera. En dicha línea, la publicación de la encuesta de confianza empresarial IFO de Alemania correspondiente a diciembre supuso la cuarta decepción consecutiva, mientras que Japón se ha visto obligado a revisar a la baja las expectativas de crecimiento, de la misma manera que ha publicado una caída generalizada de las exportaciones.

Por otro lado, tiene suerte Jerome Powell con las últimas cifras del sector de la construcción de EE.UU., que permiten al sector tomar aire después de demasiados meses instalados en una tendencia francamente negativa. Tanto el inicio de vivienda nueva como los permisos de construcción han subido con fuerza, si bien la idea general es que puede ser algo puntual, pues no podemos olvidar que el endurecimiento de los tipos de interés no es algo pasajero y que, por lo tanto, tiene que seguir afectando al sector.

Hoy, por sorprendente que parezca, hay que escribir bien del riesgo político de Europa. Y es que Italia y la Comisión Europea habrían alcanzado un principio de acuerdo sobre los presupuestos transalpinos, una de las mejores noticias que nos podíamos dar a nosotros mismos en esta región. Claro que siempre se están abriendo nuevas puertas en Europa y ahora toca la belga con la dimisión del primer ministro de unos de los países más «ingobernables» de nuestra órbita.

Buen día.