Manos a la obra, que la Semana Santa ya se ha terminado y la actividad de los mercados ha vuelto a pleno rendimiento.
La actualidad sigue dominada por el riesgo de que la batalla comercial entre EE.UU. y China se recaliente y pase a ser abiertamente guerra, arrastrando no solo el comercio internacional en un mundo absolutamente interconectado, sino y precisamente por esto último, a la economía real global.
Pero el pulso entre Trump y Mao II no es la única amenaza con la que pocos contaban a cierre de año, cuando se pregunta a los expertos sobre los principales riesgos del próximo. Las altas valoraciones alcanzadas por el sector tecnológico daban vértigo, pero nadie contaba con que en unos pocos días se iban a juntar el escándalo de Facebook, los accidentes de coches autónomos de Uber y Tesla, la poca gracia con que los inversores han recogido los chistes de Elon Musk sobre la viabilidad de su propia compañía o los ataques de otra vez Trump contra Amazon, entre otras y conocidas. Y encima la crisis diplomática de Occidente con Rusia, que ya golpeó a los mercados cuando lo de Ucrania y por qué no iba a suceder ahora lo mismo.
Hace escasas semanas cualquier problema era compensado por el buen momento que atraviesa la actividad global, pero como los indicadores de todos los bloques están dando señales de no poder crecer más, pues se acabó el colchón. Y no se puede pensar que en unos pocos días todo se haya dado la vuelta. El ISM de manufacturas de EE.UU., como el chino o los europeos, retrocede, solo que lo hace todavía con margen suficiente. Las lecturas de inflación se vienen desinflando casi a la par que la esperanza de muchos de ver una resurrección de la misma. Y así suma y sigue, con algo más de prudencia, pero sin alarmismos.
Como más de una vez hemos dicho, en esto de la economía, que no es una ciencia exacta, siempre hay hueco para el pero. Y esta vez, como bien señalan desde Link Securities, el PERO es el aplanamiento de la curva de deuda de EE.UU., que hasta ahora siempre a lo largo de la historia ha representado la anticipación de una recesión próxima en EE.UU.. O esto o una política monetaria que pudiera necesitar ser más suave. Veremos.
Buen día.