Si alguien tenía dudas de que Trump y Xi se habían pasado de frenada con su enfrentamiento comercial, esta noche el dato del PIB del gigante asiático ha debido de quitárselas de un plumazo.
El crecimiento de la segunda mayor economía mundial se desaceleró en el tercer trimestre del año al 6%, lo que supone el menor ritmo de expansión del gigante asiático desde 1992. Ya veremos el americano, pero podría depararle una sorpresa muy negativa a un Trump ya enfrascado en la carrera electoral del año que viene. De hecho la producción industrial de EE.UU. de septiembre volvía a decepcionar. El sector industrial y el sector exterior americano han venido mostrando unos registros muy débiles en los últimos meses afectados por las disputas comerciales, la desaceleración global y la fortaleza del dólar. El consumo ha estado llevando todo el peso del crecimiento de la economía americana, pero ya veremos durante cuánto tiempo es capaz de aguantar.
Parece que eso al mercado le da igual. Dirán que ya estaba descontado. La realidad es que Wall Street está enfrascada en la presentación de resultados corporativos trimestrales y no tiene ojos para todo lo demás, acercándose de nuevo a máximos históricos. Ni siquiera para el posible rechazo parlamentario al acuerdo del brexit.
Donde sí vivimos pendientes de las decisiones políticas es a este lado del Atlántico. Ayer, el mercado celebró inicialmente el acuerdo entre Bruselas y Johnson. Sin embargo, las declaraciones de los partidos nacionalistas, de ultraderecha y los laboristas, en los que expresaban su negativa a ratificar en el Parlamento tal pacto, borraron rápidamente las ganancias iniciales. Además, las compañías no están dando buenas noticias; de hecho algunas han rebajado sus previsiones de cara a los próximos meses como Thales, Danone o Renault.
Volviendo al acuerdo firmado ayer, este evitaría que se levante una frontera física entre Irlanda del Norte y la UE. Irlanda del Norte formará parte del territorio aduanero británico, pero replicará todas las normativas europeas necesarias en materia de aduanas y tarifas, con la vigilancia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En caso de salir adelante, los norirlandeses tendrán que ratificar dicho plan cada cuatro años. Mañana toca votación en Londres. Ya veremos en qué queda todo.
Buen fin de semana.