El cierre de Wall Street por ser cuatro de julio redujo la actividad de forma mucho más que notable hasta cerca de la nada.
Pero ya hoy parece que la vuelta a la normalidad puede llegar a ser total, porque se publican las actas de la última reunión de la Reserva Federal a modo de plato principal. No es tanto fijarse en los detalles de la última subida de tipos como descifrar el mensaje sobre qué camino puede tomar la política monetaria de EEUU de cara a los próximos meses.
Que falta inflación es algo que cada día menos se atreven a discutir, incluso por más que aún haya esperanzas de que la recuperación económica de todas las regiones pueda darle un impulso. La última lectura de los precios de producción de la zona euro confirma la pauta de todos los indicadores de precios mundiales, en los que la actividad misma no, pero el descenso comparativo de los costes de la energía está devolviendo los indicadores para abajo.
En cuanto a lo de la recuperación, China siempre está entre las preocupaciones de los inversores, por más que las cifras macroeconómicas digan que, ahora, se puede tener algo de confianza. Aunque no viene exento de mareos. De la misma manera que el lunes se publicaba un PMI de manufacturas sorprendentemente mejor que las expectativas y el anterior, hoy Caixin ha declarado que el de servicios ha hecho todo lo contrario por culpa del descenso de los nuevos pedidos.
Buen día.
Amílcar Barrios
Dirección de Inversiones