La noticia del día no es el coronavirus sino la falta de acuerdo entre los principales productores de petróleo, llevándose por delante los precios del crudo y de las bolsas mundiales.
El pacto de tres años entre la OPEP y Rusia terminó el viernes de forma abrupta después de que Moscú se negara a apoyar nuevos recortes de petróleo para hacer frente al brote del coronavirus. La OPEP respondió eliminando todos los límites a su propia producción. Estos límites expiran a fin de mes, abriendo la puerta para que los productores aumenten la producción. De hecho, Arabia Saudí ya ha manifestado su intención de incrementar la producción en un 20% y ha rebajado los precios de venta en sus acuerdos privados.
Malas noticias por tanto para las petroleras, sobre todo para aquellas más centradas en la extracción, ya que esta nueva se une a la caída de la demanda por los motivos sanitarios por todos conocidos. Y ya sabemos todos que a la fuerte caída que venimos registrando pronto le seguirán impagos de algunas compañías. Por si acaso los inversores se han vuelto a lanzar a comprar bonos de las economías denominadas refugio, ahondando en los mínimos históricos de rentabilidad del Tesoro estadounidense y alemán.
Pero no todas las noticias han sido negativas. El viernes, la principal economía del mundo volvía a dar pruebas de su solidez con la creación de 273.000 empleos nuevos durante el mes de febrero. Estos datos permitían que la tasa de desempleo se situara en 3,5%, su nivel más bajo en 50 años. En otro momento, los mercados reaccionarían fuertemente al alza e incluso el dólar se habría fortalecido. Pero el actual sentimiento de mercado por el coronavirus parece arrasar con todo. Y eso a pesar de que la Fed de Atlanta aprovechó para mejorar sus previsiones de crecimiento durante el primer trimestre del 2,7% al 3,1%.
En principio la cita más importante de esta semana es la reunión del BCE (jueves 12 de marzo) pero últimamente, los inversores nos estamos acostumbrando a ir partido a partido. Además, se conocerán el PIB de la eurozona del cuarto trimestre, los IPC de febrero y la producción industrial de enero. Pero, como decíamos, todos los ojos estarán centrados en el coronavirus, el petróleo y en lo que puedan hacer los bancos centrales ante la inacción de los gobiernos.
Buena semana.