El viernes vivimos un mal día que no impidió que la tecnología recuperara parte del terreno perdido durante estas primeras semanas de año.
Parece que poco a poco se va diluyendo ese exceso de optimismo y las cosas vuelven a la rutina que vivimos en 2020. A medida que las acciones relacionadas con la tecnología de rápido crecimiento lideren los mercados, la reciente rotación hacía acciones de valor se invierte, al menos temporalmente.
Pero si hay un índice que sigue imparable es el Nikkei. Treinta años le costó situarse en niveles de 1990 y desde entonces, poco a poco, sigue con su subida hacía máximos históricos. Aún le queda camino por recorrer, pero nos sirve de demostración de que la brutal inyección de los bancos centrales es capaz de soportar las valoraciones, por muy elevadas que estas sean.
Pero tampoco hay que ser muy negativos. La semana pasada fue buena en Estados Unidos e incluso vivimos máximos históricos antes del retroceso del viernes. Por su parte Europa registraba un comportamiento mixto, con el DAX tirando y el IBEX muy rezagado. Tuvimos resultados empresariales de todo signo y los bancos centrales mantuvieron su tono continuista en una semana con pocas novedades macroeconómicas.
En cambio, empezamos una semana ajetreada, que nos traerá la publicación del PIB del cuarto trimestre de muchas economías y que también incluye la primera reunión de la Reserva Federal del año. Los datos del PIB serán revisados en busca de pistas sobre cuánto impulso del crecimiento económico se ha mantenido entre las nuevas olas del virus, mientras que los encargados de la formulación de políticas monetarias estadounidenses revisarán la situación. Ya mostraron signos de optimismo en la última reunión del año pasado, y las recientes noticias de un estímulo fiscal adicional y el inicio de las campañas de vacunación podrían llevar a algunos miembros del comité a mejorar sus previsiones. No obstante, es probable que la atención se centre en la necesidad de que la política acomodaticia se mantenga al menos hasta 2022.
Servirá de guía el dato del crecimiento del PIB del cuarto trimestre de EEUU. Hay varias encuestas de actividad que han sido relativamente boyantes en los meses finales de 2020, pero prácticamente seguro la tasa de expansión se habrá desacelerado notablemente desde el tercer trimestre, cuando la economía repuntó de los cierres en la primera oleada de la pandemia.
En Europa, también se publican las cifras del PIB del cuarto trimestre de Alemania, España, Francia, Austria y Bélgica. Los datos de las encuestas han mostrado que la eurozona sucumbe por las nuevas medidas de lucha contra los virus, aunque la economía parece haber ido mejor que durante el segundo trimestre gracias a la resiliencia manufacturera y a que los bloqueos no han sido tan severos como a principios de año. Alemania parece haber ido especialmente bien, aunque incluso aquí podríamos asistir a una ligera contracción.
Además, se conocerán una serie de indicadores clave para Japón con los que veremos el impacto del aumento de los casos de virus, mientras que las publicaciones del PIB de Asia proporcionarán información económica del cuarto trimestre sobre Taiwán, Corea del Sur, Hong Kong y Filipinas. Todos parecen haber visto un crecimiento lento en comparación con el tercer trimestre.
Asimismo, el calendario de presentación de resultados empresariales nos deparará muchas más cifras que la semana pasada. Sobre todo, en Europa.
Buena semana.