Buenos días.
Hoy quiero empezar con una frase: “El mundo pertenece a los optimistas, los pesimistas son meros espectadores”.
Y aunque tal como está el patio es difícil encontrar noticias que nos hagan ser optimistas, como decimos los gallegos “habelas hailas”. Y entre gallegos anda el juego: ahí tenemos a Inditex, que pulverizó beneficios en el primer trimestre del año demostrando que con una buena estrategia se puede ir a sortear la crisis. Y con ello su valor en bolsa subió un 10% en la jornada de ayer, impulsando al alza un Ibex que hizo caso omiso de lo que acontecía en el mercado de renta fija.
¿Y qué acontecía? Más de lo mismo: más castigo a la deuda española cuya referencia a 10 años abría esta mañana con una rentabilidad del 6,8%; y ante la caída de la rentabilidad del bono alemán la prima de riesgo se dispara a máximos históricos de 540 pb. Y es que España, esta España nuestra, está viviendo eso de “a perro flaco todo son pulgas” que ya experimentaron en sus carnes Grecia o Portugal, y que acecha cada vez más de cerca a Italia.
A estas alturas parece evidente que el problema no es de nacionalidad española, italiana o griega, sino es la falta de una “nacionalidad” europeísta. Se sigue diciendo que hace falta “más Europa”, pero este término se vuelve utópico puesto que significa cosas distintas según se sea del centro o de la periferia: para los últimos significa más solidaridad, échennos un cable que venimos cargados de buenas intenciones; para los del centro, con Alemania a la cabeza, significa más disciplina y seriedad a la hora de plantear, comunicar y resolver problemas.
Desde EEUU reclaman ayudas al crecimiento para Italia y España, países que según el secretario del Tesoro americano, han hecho muchas reformas en el buen camino. Y es que la primera potencia mundial también se está resintiendo de la gripe europea. La respuesta desde Berlín, contundente: “la zona euro no tiene responsabilidad sobre el crecimiento”.
Y en medio de todo ello llega Moody´s y se une a sus dos hermanas rebajando la calificación a España tres escalones al borde de bono basura, argumentando entre una serie de obviedades (como las dificultades de acceso a los mercados de capitales, o las débiles perspectivas económicas), que el rescate (quiero decir refuerzo de capital) a nuestra banca empeorará nuestras cifras de déficit.
Buen día,
Montserrat Formoso Fraga
Gestión de Carteras