Lo que llevamos de semana parece indicar, si no cambia nada, que viviremos unos días tranquilos.
El mercado ya ha encendido la mentalidad de las vacaciones y cualquier noticia, salvo que sea completamente inesperada, es asumida con total naturalidad y sin excesos. Así se deriva del anuncio que hizo ayer Boris Johnson y que despertó nuevamente los fantasmas del brexit duro. Así, el primer ministro británico expresaba ayer la posibilidad de aprobar en el parlamento una ley que impida que se produzca una extensión de la salida del Reino Unido de la Unión Europea más tarde de diciembre de 2020. Así, durante el año que pronto comienza ambas regiones tendrán que negociar los temas más relevantes, empezando por el estatus de las relaciones comerciales entre los exsocios.
Y si Boris solo provocó pequeñas tomas de beneficios en algunas bolsas europeas, Donald Trump tampoco afectó demasiado. Y eso que el Representante de Comercio estadounidense, Robert Lightizer, puso ayer su nueva diana sobre Europa. Cuando ya creíamos que la Administración Trump se dedicaría más a las elecciones que a la política internacional, nos sorprenden con unas palabras que ponen a la Unión Europea en el disparadero. Veremos si esto se traduce en acciones concretas.
Poco más en una jornada tranquila para los mercados, pero que no lo fue tanto para las empresas argentinas, a las que les espera una subida de impuestos en materias como las exportaciones agrícolas o las compras de divisa, de forma que se pueda financiar un mayor gasto social.
Buen día.