Buenos días.
El mercado está respirando el aire más limpio en lo que va de año, aunque aquí que nadie se despiste puesto que la fragilidad de las subidas aún es evidente. Pero son subidas al fin y al cabo. Después de respuestas al alza a acontecimientos como más y ¿mejor? QEuropeo, son normales las sesiones de consolidación ante tal panorama, pero es que los inversores siempre tienen alguna referencia a futuro para frenar comportamientos eufóricos.
Hoy toca Reserva Federal y como de la recesión en EEUU ya no habla nadie menos de un mes después de estar abriéndose las puertas del infierno bajo nuestros pies, ahora a centrarse en cuándo continuará el proceso de normalización de la política monetaria. Para hoy queda prácticamente descartada una nueva subida de los tipos de interés, con lo que el mensaje, más o menos optimista, ayudará a descifrar si la Fed se plantea otro movimiento en el precio del dinero para junio.
Indicadores económicos de EEUU para endurecer tienen casi tantos como para dejar los tipos donde están, pues la evolución del calendario macro no deja de ser mixta. Incluso se llega a dar la vuelta en días concretos como ayer: I) el sector industrial norteamericano está sufriendo su particular Pasión, pero el manufacturero de Nueva York registró la primera lectura en positivo desde julio; II) el consumo está siendo el principal impulsor del mediocre crecimiento estadounidense, si bien las ventas minoristas sufrieron un descenso de una décima, mostrándose incapaces de recoger el impacto positivo de gasolina en oferta; III) y los precios de producción industrial tampoco se salvan de una pequeña quema, pues la caída de éstos contrasta con lo que podría ser una (todavía muy) tenue recuperación de la inflación.
Una vez sepamos qué y cómo piensa la Reserva Federal, o al menos lo interpretemos, cerraremos el círculo que han ido completando el BCE y el Banco de Japón. El BoJ decidió ayer no alterar la política monetaria nipona a pesar de que la economía de aquel país no se recupera de ninguna de las maneras por mucho que se haya intentado. Pudiera ser que prefieran optar por otras vías que no sean las de generar competitividad a través de devaluaciones encubiertas del yen.
Y para terminar, parece que llega a su final el culebrón entre las bolsas de Londres y Fráncfort con el anuncio del acuerdo alcanzado para su fusión después de varias e infructuosas intentonas.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones