Ayer teníamos una jornada marcada por las reuniones de los bancos centrales y los resultados empresariales.
En el primer caso, el Banco de Noruega dejaba sus tipos de interés en el 0%, pero apuntaba que la primera subida de los tipos podría producirse a principios de 2022. ¿Por fin una entidad monetaria se atreve a decir que tiene intención de normalizar la situación? Por su parte, el Banco de Japón no modificaba su actual hoja de ruta que busca mantener bajo control la curva de rentabilidad de la deuda nipona. Además, prevé que la presión a la baja sobre los precios disminuya gradualmente junto con la mejora de la economía a la vez que espera que se disipen los efectos de la caída de los precios del petróleo. Por último, el BCE decidía mantener sin cambios el programa actual, pero abrieron la puerta a una revisión del programa de emergencia en el futuro. En resumen, reuniones de los bancos centrales sin especial impacto en mercado porque mantienen sin cambios su política monetaria.
En cuanto a las cuentas de resultados, las tecnológicas IBM e Intel presentaban unas cifras del último trimestre del año pasado que, a pesar de no cumplir con las estimaciones preliminares, eran muy bien recibidas por los analistas del conjunto del sector, renovando el optimismo y empujando al Nasdaq a nuevos máximos históricos. Máximos que solo vimos en el Nasdaq y el S&P, ya que el Dow Jones, al igual que los índices europeos, cerraba la jornada con números rojos.
Por su parte, el mensaje continuista de Lagarde tras la reunión del BCE provocaba que el euro poco a poco ganara terreno al dólar, a la vez que se producían ventas en la deuda periférica.
En otro orden de cosas, quien pensara que con la salida de Trump los trabajadores del departamento de exteriores de EE.UU. se iban a quedar sin trabajo, o que al menos lo iban a tener más fácil, están muy equivocados. No habían pasado ni 24 horas y el nuevo presidente ya estaba tomando medidas que afectaban a su vecino del norte. El demócrata firmó la revocación de la licencia para la construcción del tramo XL del oleoducto Keystone entre Canadá y EE.UU. El XL es una tubería de 526 kilómetros que transportaría el petróleo obtenido de las arenas bituminosas de Alberta a una red que termina en las refinerías del golfo de México.
Además, la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China parece estar aquí para quedarse, particularmente en tecnología. Es probable que la administración Biden se mueva de un enfoque en los déficits comerciales bilaterales a un enfoque multilateral en el comercio. También es probable que la administración trate de mejorar la cooperación en temas como el cambio climático y la salud pública dentro de una agenda más amplia entre Estados Unidos y China que incluya temas calientes como los acuerdos de comercio internacional y el respeto de los derechos humanos por parte del gigante asiático.
En cuanto a la evolución económica, me quedo con el dato del PMI alemán, que cayó a 50,8 en enero, en comparación con 52,0 en diciembre; su lectura más baja en siete meses. La encuesta revela retrasos sin precedentes en la entrega de los proveedores a los fabricantes, dando claros signos de la presión creciente sobre las cadenas de suministro y la interrupción generalizada de los fletes. Las buenas noticias vienen por la pata del empleo.
Buen fin de semana.