Los bancos centrales están acostumbrados a ir metiéndonos ideas en la cabeza poco a poco para que, cuando tomen la decisión, ya la demos por hecha.
Así fue una vez más, en este caso con la Reserva Federal, la que, tal y como se esperaba, realizó ayer el primer movimiento a la baja en los tipos de interés americanos desde diciembre de 2008. En aquel momento, Ben Bernanke los situaba en niveles de 0%, mientras que Jerome Powell ahora los deja en el 2-2,25%.
Pero aun siendo esperado, los mercados reaccionaron ligeramente a la baja. No pensemos que el “cuanto peor, mejor” ha dejado de reinar, porque fue precisamente la advertencia del presidente de la Fed de que no se trataba del comienzo de un ciclo de recortes lo que desmotivó a los inversores. La justificación del movimiento fue (y cito literalmente) un “ajuste de mitad de ciclo”. El consenso descontaba un movimiento adicional a la baja durante este año con una probabilidad del 90%, mientras que ahora es del 25%. Al final, uno se acostumbra a todo, tarde o temprano.
Curiosa fue la reacción del mercado de bonos. La deuda americana a 10 años prácticamente no se movió: fluctuó desde el 2,07% hasta el 2,00% en la sesión, movimiento del que durante esta madrugada ya recuperó una parte importante. Sin embargo, su homólogo alemán, cedió un 10% en rentabilidad, ahondando en sus mínimos históricos, pues llegó a cotizar a niveles de -0,44%, estabilizado ahora en el -0,42%, por debajo de la tasa de depósito del BCE. Entre líneas podemos leer claramente que en Europa ya hemos comenzado a descontar un nuevo movimiento acomodaticio de Mario Draghi para septiembre.
Aunque pudiésemos hablar de bancos centrales durante toda la mañana, ayer sucedieron más cosas, aunque evidentemente, no de tanta relevancia.
Las reuniones llevadas a cabo en Shanghái entre China y Estados Unidos no finalizaron con grandes avances, si bien el mero hecho de que se sienten en la misma mesa y dialoguen de forma constructiva es, en sí mismo, un avance. Recordemos que esta fue la primera reunión entre funcionarios de alto nivel tras la rotura de la negociación, allá por el mes de mayo, y la posterior reconciliación entre Trump y Xi en el marco del G-20.
Y en Europa, por no variar, los datos macro decepcionaban. Ayer conocíamos el PIB 2T2019 agregado comunitario, que crecía un 0,2% entre trimestres, siendo dos décimas inferior que el período anterior. Misma caída para el crecimiento español, que se quedaba en el 0,5% frente al 0,7% previo. No paran de crecer los enanos en una unión que vuelve a tener un rubio intentando hacerle bullying, y no me refiero a Donald sino a Boris. Aunque mejor no decirlo muy alto, no vaya a ser que se pongan de acuerdo y tengamos que aguantar un Trumphonson.
Buen día.