Buenos días.
Como dice la última campaña publicitaria de una conocida multinacional —cuyo nombre no voy a decir a pesar de que ayer subiera más de un 5% después de presentar unos buenos resultados—, “el 100% de las estadísticas las hacemos nosotros”, lo que le confiere un amplio margen de error a las mismas, tanto al alza como a la baja. Por qué les cuento esto, me dirán. El motivo es porque ayer se publicaron las previsiones trimestrales de crecimiento económico mundial por parte del FMI, y mire por dónde, el crecimiento para este año 2013 se revisa a la baja a nivel global: del 3,5% estimado el organismo ahora dice que solo vamos a crecer, como mucho, un 3,3%. Como ciudadano español uno podría pensar, qué son dos décimas arriba o dos décimas abajo. El matiz viene cuando las previsiones de la economía española también son revisadas a la baja, complicando —adivinen el qué— la consecución de los objetivos fiscales comprometidos con la Zona Euro.
La rebaja en las previsiones del FMI ha afectado a España pero no menos al conjunto del euro, región que se contraerá un 0,3% vs -0,2% anterior. Francia e Italia sufren las mayores correcciones a la baja, mientras que el crecimiento de Alemania se eleva en una décima hasta el 0,6%. El organismo, y con esto ya termino, también ha tenido palabras de aliento: para la situación general, afirmando que los riesgos financieros van desapareciendo y que el fondo económico va mejorando (si miramos más allá de 2013); y para Japón, ante la agresividad o valentía (el calificativo lo pondrá el tiempo) de las medidas de su banco central. Y tanta acción de los bancos centrales se ve respaldada por ausencia de tensiones inflacionistas a nivel global, pero especialmente en los países desarrollados.
Volvamos a Europa. Ayer los índices no tuvieron la fuerza suficiente para recuperarse con la apertura positiva de Wall Street. Pesó el desplome de los americanos del lunes ante el atentado de Boston, pesó el ZEW alemán de clima económico que se situó en su nivel más bajo desde enero, pesaron los resultados empresariales y el escaso optimismo de LVMH, llenando de dudas la temporada de resultados en Europa. Con todo, la exitosa subasta de bonos españoles pasó inadvertida para todos, menos para El Corte Inglés, que por primera vez emitirá bonos para financiarse.
Por su parte, Wall Street recuperó un poco el tipo y retomó el verde, alentado —al contrario de lo que se espera en Europa— por la buena marcha de la temporada de resultados. Ayer fue el turno de Goldman Sachs, Johnson & Johnson y Coca-Cola.
En el mercado de materias primas, el precio del barril Brent cayó por debajo de los 100 dólares/barril, mientras el oro se mantiene ligeramente por encima de los 1.300 dólares.
Para hoy, más de lo mismo. Más de lo mismo en Europa, donde se retoma el “culebrón” político de la mano de los italianos, cuyos partidos mayoritarios estarán “condenados a entenderse” para nombrar un sucesor de Napolitano; y más de lo mismo en EE.UU., donde las empresas prosiguen la confesión de sus cifras: hoy Bank of America y American Express, entre otros.
Buen día,
Montserrat Formoso Fraga
Directora de Gestión