Estamos a nada y menos de colgar el «cerrado por vacaciones» y los mercados se van cargando de novedades por la vía de las compañías, de los indicadores económicos, de los bancos centrales, del comercio global… Pero no de política, misteriosamente.
La solidez de la primera lectura del PIB norteamericano del segundo trimestre reafirma la posición de EE.UU. como dominador actual del crecimiento global. Ha sido especialmente la fuerza del consumo privado, no quitándole méritos a otras partidas tales como la inversión, la que ha permitido que la actividad real crezca al 4,1%, el mejor dato en cerca de cuatro años. Aunque no todo empezó y terminó en el PIB ya que hubo otro par de datos de relevancia, uno bueno y el otro no tanto. El primero es que la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan podría haber frenado las caídas recientes, dando muestras de la mejora económica de EE.UU. Pero a cambio salió un indicador de precios PCE otra vez lejos de los objetivos de precios de la Fed, por lo que subir tipos seguirá teniendo argumentos a favor, pero también en contra.
En el mundo de los resultados, la visión general es que con más de la mitad de las compañías del S&P 500 habiendo presentado los resultados, más de la mitad están batiendo las previsiones de beneficios sin problemas además de estar viéndose favorecidas por la bajada de impuestos. La batería del viernes nos dejó un par de apuntes relevantes. Por un lado que el repunte del precio del petróleo ha permitido a Chrevron o Exxon mejorar sus cuentas de forma más que notable, y por el otro Twitter, que se hizo «un Facebook» (una caída del 20% en una sola sesión) al registrar menos usuarios recurrentes.
A pesar de que en las últimas semanas han ido perdiendo protagonismo, no cabe olvidar que los bancos centrales siguen siendo el soporte en última instancia de los mercados bursátiles pero sobre todo de bonos. Por eso mismo una semana como esta va a ser capital en la medida en que la Fed va a seguir dándole forma a su mensaje mientras se espera que otros como el Banco de Japón o el de Inglaterra apliquen nuevas medidas, en principio restrictivas hablando en términos de política monetaria.
Buen día.