Lo hemos dicho desde el principio de la “recuperación”: debemos seguir manteniendo la precaución, porque todo indica que el año no va a ser tan tranquilo y alcista como están siendo estos últimos dos meses, sino que seguro que en algún momento vendrán curvas.
Pues bien, o la esfera financiera está completamente desconectada de la economía real —lo que puede ser perfectamente así, pues es, hoy por hoy, un mundo completamente dopado por la liquidez— o lo que está sucediendo en Estados Unidos puede ser una de esas curvas.
A Donald Trump le crecen los enanos en año electoral. Solo los votantes americanos podrán valorar en las urnas su gestión de la crisis sanitaria del coronavirus, pero es que ahora también valorarán el trabajo de su oficina de Interior y la de Exteriores. Comenzando por esta última, la guerra comercial puede saltar de nuevo al primer plano de actualidad como consecuencia de la disputa de Estados Unidos con China por las nuevas leyes de seguridad que se quieren establecer en Hong Kong. De hecho, el rumor que corre es que las multinacionales públicas del país asiático ya tienen orden de dejar de comprar productos agrícolas norteamericanos. En tono interno, las revueltas que se suceden por todo el país tras la muerte de George Floyd a manos de un agente de la policía de Minneapolis hacen peligrar (además de la reelección de Trump) la recuperación económica de la nación y podrían acarrear un rebrote de contagios. ¿No creen que la carretera se está empezando a poner más peligrosa?
Buen martes.