Las elecciones de mitad de mandato en EE.UU. no están suponiendo esa marea roja que esperaban los republicanos y temían los demócratas, aunque sí van a implicar un cambio importante. A falta de que terminen los recuentos en muchos estados y distritos (qué lujo es que en España se haga tan rápido), el Partido Republicano aventaja en 23 escaños al Partido Demócrata en la Cámara de Representantes y por apenas dos en el Senado. En este último, todavía queda por finalizar el conteo en Arkansas, Nevada, Carolina del Norte, Nuevo Hampshire, Ohio, Pensilvania y Wisconsin. Todo parece indicar que podría decidirse el color del Senado en la segunda vuelta en Georgia:
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Al mercado no le hizo mucha gracia esta incertidumbre y las bolsas norteamericanas protagonizaron caídas importantes (S&P 500 -2,08%, Dow Jones -1,95% y Nasdaq Composite -2,68%). Más allá de las elecciones, hoy tenemos uno de esos días marcados en rojo en el calendario de los inversores. A las 14:30 se publicará el dato de IPC de octubre; se espera que la inflación total anualizada baje hasta el 8,0% (8,2% anterior) y la subyacente se sitúe en el 6,5% (6,6% anterior). Todo lo que sea ver datos intermensuales más altos de lo esperado supondrá nuevas caídas y, con ello, el testeo de los mínimos del año en buena parte de los índices.
También tuvimos una especie de terremoto en el mundo de las criptomonedas. Durante la semana diferentes noticias ponían encima de la mesa problemas de viabilidad y solvencia para FTX, plataforma de intercambio con sede en EE.UU. Tanto es así que Binance, que cuenta con la mayor oferta de activos digitales, anunció que vendería todas sus participaciones en FTT (la moneda de FTX). Esto provocó una vorágine vendedora en la mayoría de las criptomonedas y que el propio CEO de Binance tuviera que retractarse e informar de que saldrían al rescate de FTX. Pero eso no es todo: horas más tarde volvían a salir a la palestra para negar la mayor y asegurar que no buscarían un acuerdo con FTX. Este escándalo en el sector vuelve a poner de relieve la opacidad de los grandes inversores que operan en este mercado, sus problemas de liquidez y la elevada interconexión entre ellos.
Mientras tanto, en la Cumbre del Clima (COP 27) que se está celebrando en Egipto, China parece que está dispuesta a contribuir a un mecanismo para compensar a los países más pobres por los daños causados por el cambio climático. Subrayan que no tienen ninguna obligación de participar, pero quieren mostrar su solidaridad con las demás naciones. Es gracioso que sean tan «solidarios» mientras tienen sus centrales térmicas a pleno rendimiento, ¿o es más sentimiento de culpa tras el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos en la región?
Feliz jueves.