Aumentan las esperanzas de que la Reserva Federal sea capaz de domar la inflación sin infligir un daño excesivo a la economía. Al menos, eso es lo que se puede extraer de las cifras publicadas ayer sobre la evolución de los precios en Estados Unidos durante julio. En el mes, el coste de la vida subió un 0,2% respecto a junio, tal y como lo habían estimado los analistas. Mientras que, la variación interanual se situó en el 3,2% cuando se esperaba un 3,3%. Quizá las notas negativas vinieron del lado de lo pegajoso de la lectura subyacente (4,7%), puesto que esta excluye los bienes más volátiles como los alimentos no procesados y la energía, y continua muy lejos del objetivo de la Fed del 2%.
A pesar de la resiliencia mostrada por la economía norteamericana, el mercado laboral comienza a ralentizarse lentamente. Durante la semana, las peticiones de subsidio por desempleo aumentaron en 21.000 hasta las 248.000 por las 230.000 estimadas. A ello, habría que sumarle que la tasa de desempleo actual es del 3,5%, lo que denota que el mercado laboral estadounidense goza de un estado de salud óptimo. Sin embargo, no hay que caer en el error de creer que este es un indicador adelantado de la economía, sino más bien es uno retrasado. Por lo tanto, este no se puede emplear para determinar cuál será el devenir de la economía.
En los mercados de deuda hubo ligeras correcciones, lo que se traduce por un aumento de la rentabilidad exigida a los bonos con su consecuente caída en precio. Este movimiento se dio a lo largo de toda la curva tanto alemana como estadounidense, exceptuando las emisiones de muy corto plazo (hasta los tres meses en el caso de Alemania y hasta el año en el Estados Unidos). De ellos, se puede extraer que los inversores continúan tratando de adivinar cuáles serán los próximos movimientos de los bancos centrales, especialmente tras confirmarse que las últimas decisiones tomadas por la Fed y el BCE no han sido por unanimidad, y cada vez hay un mayor grado de disparidad entre sus banqueros.
En lo que concierne a la renta variable, los índices fueron perdiendo fuelle a medida que transcurría la sesión lo que permitió a los europeos cerrar con números verdes y que los americanos lo hicieron lejos de los máximos del día. En el Viejo Continente, destacó el Ibex 35 con su revalorización del 1,58%, seguido por el Eurostoxx 50 (1,55%) y por el CAC 40 (1,52%). Al otro lado del Atlántico, las revalorizaciones fueron menores y las referencias estadounidenses cerraron la jornada sin apenas variaciones. El S&P 500 lo hizo un 0,03% arriba, el Nasdaq un 0,12% y el Dow Jones un 0,15%.
Finalmente, durante la sesión de hoy tendremos diversas publicaciones macroeconómicas de cierto calado como los datos de precios al productor (IPP) estadounidenses y el índice preliminar del sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan correspondiente a agosto. En el Reino Unido, verá la luz el dato avanzado del PIB del segundo trimestre, así como su balanza comercial y las cifras de producción industrial. Mientras que, en Francia y España, se publicarán los IPC correspondientes a julio dónde se espera que haya disparidad de comportamiento con una inflación francesa remitiendo y la española avanzando ligeramente.
Feliz viernes.