Comportamientos mixtos en los principales índices de renta variable

Deberíamos instaurar una nueva costumbre que permita que las primeras semanas de cada trimestre sean no laborables para los analistas de mercados. Hemos llegado exhaustos después de solamente tres meses de año y eso se refleja en los volúmenes de mercado, que en Wall Street marcaron ayer los niveles más bajos de 2021. Entre los festivos que ha habido/está habiendo en las diferentes regiones, el modo “esperar y ver” en el que nos encontramos después de todo lo que ha pasado y que la próxima semana comienza la puesta de largo trimestral de las empresas, estamos teniendo al menos un respiro que estoy segura de que será perturbado dentro de muy poco. Porque que el año iba a ser divertido lo llevamos diciendo desde antes de que comenzase.

Ayer veíamos comportamientos mixtos en los principales índices de renta variable, con el S&P 500 y el Dow Jones salvando los números rojos por pocos puntos básicos. A esto ayudó la publicación del acta de la última reunión de la Reserva Federal, de la que se desprende claramente que no está en los planes de la institución una retirada de ningún tipo de estímulos en el corto plazo. Esto se justifica por lo lejos que todavía consideran que están de sus objetivos de empleo y porque el incremento de la inflación se ve como algo puntual que no será sostenido en el tiempo.

Mientras, en Europa seguimos con “El Secreto de Puente Viejo”. Creo que nunca vi esta serie, pero estoy convencida de que el secreto que guardaban era la franja de edad para la que es adecuada la vacuna de AstraZeneca. Nada tan misterioso como eso. Empiezo a pensar que las personas que toman decisiones tienen sus conocimientos médicos limitados a jugar al cocodrilo sacamuelas. En fin, ahora en serio: mi humilde opinión sigue siendo que los beneficios siguen superando a los riesgos, pero sea lo que sea lo adecuado, el tener una estrategia clara ayudaría a la confianza de la población y, por consiguiente, a la del consumo y a la reactivación económica. Porque los datos de PMI que conocimos ayer, que no dejan de ser encuestas de expectativas, siguen mejorando poco a poco. La población quiere salir de esta situación, solo falta que la clase política nos eche una mano en vez de poner palos en las ruedas.