Hoy viernes, con la publicación de algunos de los grandes bancos de EEUU, da comienzo «real» la temporada de presentación de resultados del segundo trimestre del año.
¿Que por qué son importantes? Pues no hace falta más que ver hasta dónde han sido capaces de subir las principales bolsas del mundo desarrollado, apoyadas tanto en la macro como en la micro. Así que una batería de cifras negativas podría alejar a Wall Street de los nuevos máximos que viene marcando, o a las plazas europeas del mejor comportamiento en varios años.
Dicho esto, no se trata de menospreciar el peso que la evolución económica tiene sobre los mercados, porque a nadie escapa que el más mínimo resquicio de problema en este ámbito puede tumbar los activos de riesgo en tiempo récord. Pero no estamos en esas hoy por hoy. Tan solo hay un punto que despierta incertidumbre puesto que hay diferentes puntos de vista sobre cómo enfocarlo: la inflación. Los IPC europeos, igual que los precios de producción estadounidenses, confirmaron ayer que la evolución de los precios tiende a la moderación, lo miremos como lo miremos.
Los bancos centrales son otro potencial elemento de desestabilización, si bien su preocupación por no arruinar la confianza de los inversores es, cuanto menos, encomiable. Así, por ejemplo, se debe entender el juego de palabras de Janet Yellen del miércoles. Sin embargo, el mercado demuestra la falsa fe que tiene en todos estos, como ayer quedó patente, pues el simple anuncio de que Mario Draghi quiera asistir a Jackson Hole (una reunión anual de la Fed), solamente quizás a realizar algún anuncio, se plasmó en pérdidas en el mercado europeo de bonos.
Y en (no siempre) último lugar está el frente político. Que la debilidad del segundo Gobierno de Theresa May es manifiesta nadie lo duda, pero de ahí a que hayan reconocido que el Reino Unido debe pagar por dejar la UE hay mucho. Y es que la falta de solidez del Ejecutivo británico tiene ante sí el reto de restaurar la confianza política, así como también en la economía de las islas, consumidas lentamente por una inflación que, como hemos visto, se va comiendo las subidas de salarios e incrementa la presión sobre el BoE.
Buen fin de semana.
Amílcar Barrios
Dirección de Inversiones