Las bolsas globales cerraron la semana en números rojos, a excepción de la japonesa, en un contexto en el que los inversores continuaron haciendo cábalas sobre cómo la coyuntura actual de elevada inflación, la política de “covid cero” en China y la retirada de estímulos monetarios pueden afectar a los activos de riesgo. No obstante, el trasfondo empresarial no es negativo y la temporada de resultados está dejando unas cifras más que positivas. Las presentaciones continúan superando las expectativas, con factores de sorpresa mayores en Europa que en Estados Unidos (13% y 4% respectivamente). En términos de beneficios por acción (BPA), al otro lado del Atlántico la variación interanual del primer trimestre es del 7% vs. 3% esperado y en el Viejo Continente las empresas crecen en resultados un 17% sin tener en cuenta energía (45% contándolas).
Por el lado de la renta fija, la institución dirigida por Jerome Powell tomó la iniciativa de subir los tipos de interés en 50 puntos básicos, para más tarde afirmar ante los periodistas que no están sobre la mesa alzas de 75 pb. Esto dio lugar a que las curvas de deuda pública continuasen ajustando la rentabilidad exigida a una menor liquidez y un menor apoyo de los bancos centrales, con el 10 años americano sobrepasando la barrera psicológica del 3%.
Finalmente, a lo largo de las próximas jornadas, los ojos de los inversores estarán puestos en los índices de precio del consumidor (IPC) y del productor (IPP), tanto de EE.UU. como de China, que verán la luz el miércoles y el jueves, respectivamente. Además, diversos banqueros de la Fed tendrán actos públicos durante la semana, lo que podría arrojar algo de luz sobre las decisiones que tome la institución.
Feliz lunes.