Buenos días.
El mercado en su totalidad (ya saldrá el que diga que no) descontaba que una eventual victoria de Donald Trump tendría un efecto devastador sobre los mercados financieros.
Particularmente sobre los activos de riesgo. Sin embargo, lo que nadie esperaba era el cambio de papeles que se ha producido. Y es que mientras la renta fija ha pasado a normalizar unas valoraciones exageradas, los principales índices bursátiles de EEUU han avanzado de la mano, todos ellos hasta cerrar ayer en nuevos máximos históricos.
Sucede que con las medidas del presidente electo habrá perdedores, pero también habrá grandes ganadores, ya sean los bancos, las petroleras o todas aquellas compañías que no tengan nada que ver con lo que no sea producir y vender sólo en EEUU. Porque una de las primeras decisiones del magnate parece ser dar sepultura al tratado de libre comercio del Pacífico. A pesar del revuelo que ha producido el programa económico de Trump, lo cierto es que algunos miembros de la Reserva Federal, como por ejemplo su número dos, han aplaudido que por fin haya soporte desde el lado del Gobierno y no del banco central en exclusiva, exactamente lo mismo que volvió a pedir ayer Mario Draghi para Europa. Claro que este cambio de rumbo traerá consecuencias en forma de inflación, una de las razones por la que el mercado cotiza ya al 100% la subida de tipos para diciembre.
Luego está el petróleo y las ganas de algunos inversores de ganar dinero con la subida. ¿Llegará la OPEP a un acuerdo sobre el acuerdo de lo que nunca se consigue acordar? Pues firmar un papel nunca ha sido un problema para el cártel, claro que cumplirlo ha sido una historia bien diferente. La posibilidad de que se cumpla siempre estará ahí, solo que conviene recordar que los beneficiados de una congelación de la producción también serían los frackers norteamericanos. Y no parece que eso agrade a los petroestados.
Para el cierre de hoy no podemos sino celebrar que el terremoto registrado anoche frente a las costas de Fukushima haya quedado en un susto y no nos haya hecho revivir otro fatídico 11-M.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones