La volatilidad debe subir, sí, pero averiguar cuándo es, simple y llanamente, imposible.
Porque el entorno acompaña, ya sea desde el lado de la actividad económica global o del de las compañías, que se espera que presenten unos beneficios que ayuden a sostener los niveles actuales de bolsa.
El pero sigue siendo el mismo en todos los países, con la excepción del Reino Unido: inflación. La publicación del IPC de la zona euro ha vuelto a ser un jarro de agua fría debido al descenso de una décima. Eso la general, que tiene algo más de vida, pues la subyacente se mantiene intacta y lejos del objetivo del BCE. Sabido esto, no supone ningún problema para el ala ortodoxa del banco central, que sigue pidiendo erradicar el QE de forma inmediata.
Lo anterior, que sucede en la zona euro, es plenamente extensible a EE.UU. Allí la inflación también está lejos de cumplir con el objetivo, de ahí que las actuales luchas que se producen en el FOMC estén aseguradas a futuro entre los partidarios de no pisar de más el acelerador y los que aún ven margen para seguir endureciendo/normalizando la política monetaria de la Fed.
Hasta hoy se puede asegurar que los indicadores norteamericanos son relativamente positivos, quizás no tanto como los europeos, pero bien es cierto que ambas regiones se encuentran en puntos del ciclo bien diferentes. Un buen ejemplo es el mercado laboral de EEUU. Según el informe correspondiente a diciembre, no se generaron tantos puestos ni tampoco se redujo la tasa de paro, poco sintomático en un país con pleno empleo técnico. Más allá de demostrar que la ADP no tiene por qué ser representativa, lo importante ahora mismo son los salarios, y estos volvieron a ser decepcionantes por culpa de no haber subido.
Quizás este problema en materia de precios esté cerca de solventarse. Eso es de lo poco positivo que se puede extraer del descenso que ha sufrido el ISM de servicios norteamericano de diciembre, pues es la partida de inflación la única que da algo de esperanza dentro de un dato que, eso sí, sigue en niveles elevados.
Buen día.