Buenos días.
Bancos y energéticas caminan cogidos de la mano, pues lo mismo impulsan que hunden los mercados sin la ayuda de nadie. Y no sólo esto, sino que la propia composición de algunos índices europeos, con más peso del recomendado en ciertos sectores, ni se acerca a representar la realidad económica o de los propios mercados en muchas ocasiones.
A nivel fundamental, la sesión de ayer fue negativa en términos generales. Ni los indicadores de EEUU ni las compañías de aquel país ofrecieron buenas sensaciones. En cuanto a referencias macroeconómicas, tan sólo la venta de vivienda registraba descensos, pues tanto los pedidos de bienes duraderos, como la confianza de los consumidores, el precio de la vivienda Case-Shiller y el regional manufacturero de Richmond quedaban por debajo de lo estimado, pero aún con buena salud todos ellos. En lo que a resultados empresariales se refiere, el descenso de los ingresos (e ideas) de Apple ha recibido su justo castigo en los mercados, preocupaciones similares a las que la falta de tracción en el crecimiento de Twitter recoge entre la comunidad inversora.
Pasando a hablar en clave política, los últimos resultados en las primarias norteamericanas apuntan claramente quiénes serán los posibles vencedores… por el momento al menos para uno de ellos. Y no podemos dejar de hablar de España, donde parece que al fin se va a dar carpetazo a la farsa posterior al veinte de diciembre con el final de la undécima y más corta legislatura.
Antes de irnos por hoy, únicamente recordar la importancia del comunicado de la Reserva Federal al cierre de los mercados europeos, pues al no esperarse nada concreto, cualquier cambio en el guion previsto a buen seguro tendrá consecuencias sobre todos y cada uno de nosotros.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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