Ayer vivimos un día de esos que dan gusto en agosto. No hubo grandes movimientos en los índices de renta variable y en los de renta fija el movimiento fue especialmente positivo, que en un año como este, se agradece. Es cierto que las empresas energéticas continúan penando, lo cual tiene lógica al ver el petróleo WTI por debajo de los 90 dólares. Por su parte, el oro volvía a cotizar por encima de los 1800 dólares la onza y el euro recuperaba el 1,02 frente al billete verde.
La principal noticia del día, al margen de la muestra de fuerza militar de China en aguas de Taiwán, fue la decisión del Banco de Inglaterra de aumentar los tipos de interés del 1,25% al 1,75%. Como se esperaba, el banco ha acelerado el ritmo de su ajuste. La puerta sigue abierta para otro ajuste de los tipos de 50 o 25 pb en la próxima reunión de septiembre, siendo dependiente de los datos de inflación. El banco estaba muy preocupado por la evolución de los precios, que espera que alcancen un máximo del 13% interanual en el cuarto trimestre y que se establezca en un todavía alto 5,5% interanual a final del año que viene. La entidad ha advertido sobre una próxima recesión. El cuarto trimestre de 2022 podríamos ver una contracción del PIB y se espera que la recesión dure todo el año 2023. En septiembre, el banco probablemente comenzará a vender su cartera de bonos. Por último, en la carrera por ver quién es el próximo primer ministro del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, ha aumentado el debate sobre la independencia bancaria, ya que Truss mencionó que quiere cambiar el mandato de inflación del banco.
En el frente macro destacaba el dato de pedidos de fábrica del mes de junio de Alemania, que registraba un nuevo retroceso. Los pedidos nacionales aumentaron un 1,1% intermensual, mientras que los pedidos extranjeros bajaron un 1,4% intermensual (resultados opuestos a los del mes anterior). El panorama también fue mixto por sectores, con una alta volatilidad respecto al mes anterior: subida de los pedidos en bienes intermedios (1,2% intermensual), en bienes de consumo (1,7% intermensual) pero caída de bienes de equipo (-1,8% intermensual). Por otro lado, las ventas de fábrica aumentaron un 3% intermensual después del 3,5% intermensual del mes anterior. Todos los sectores han mostrado ventas positivas, excepto los bienes de consumo duradero durante el mes.
Por su parte, otro jueves más, las solicitudes iniciales de desempleo de EE.UU. nos deparaban un nuevo aumento frente a la semana anterior y ya vamos por 260.000. Además, las reclamaciones continuas han aumentado de 1,368 millones la semana anterior a 1,416 millones.
En el terreno corporativo, aunque continuamos conociendo cifras trimestrales todos los días, cuando ya han publicado el 80% de las empresas americanas y el 70% de las europeas podemos hacer algo de balance. Aproximadamente el 75% de las americanas está superando las expectativas de beneficios del segundo trimestre (frente al 79% promedio de los últimos cuarto trimestres) y el 65% está superando las estimaciones de ventas (frente al 77%). Las empresas financieras y las de telecomunicaciones fueron un lastre notable. Desde el comienzo de la temporada, se han revisado al alza las expectativas de beneficio por acción para este trimestre respecto a las empresas del S&P 500 un 3,6% a 57,18 dólares (+ 9% interanual), aunque para el conjunto de 2022 se han revisado a la baja -1,2% a 225,55 dólares (+ 8% interanual). De cara al año siguiente, se han revisado a la baja un -1,8% desde el comienzo de la temporada de presentación hasta 244,83 dólares (+ 9% interanual). Además, los anuncios de recompra de acciones del S&P 500 se sitúan en 537.000 millones de dólares, ligeramente por encima del ritmo de 2021.
Hoy conoceremos los datos de empleo de Estados Unidos del mes de julio, así que puede que veamos más movimiento que ayer.
Buen fin de semana.