Ayer tuvimos un día bastante intenso en lo que a referencias macroeconómicas se refiere. De madrugada, conocíamos en China tanto el IPC (1,5% vs. 1,8% estimado) como el Índice de Precios del Productor (10,3% vs. 11,1% est.), ambos datos por debajo de lo que se esperaba. Por otro lado, la masa monetaria M2 del país asiático se situaba por encima de las expectativas (+9% vs. +8,7% est.). Va a ser muy interesante ver al Banco Central de China tomando medidas completamente diferentes al resto de bancos centrales en 2022. ¿Será esto el catalizador que necesitan las compañías chinas?
Siguiendo con los datos macroeconómicos, la producción industrial en la zona euro consiguió batir las estimaciones en noviembre (2,3% vs. 0,5%). Una cifra bastante positiva que nos podría estar indicando que van desapareciendo los problemas a los que se llevan enfrentando muchos sectores en el último año: escasez de componentes y cuellos de botella. En EE.UU. el IPC de diciembre quedaba en el 7% —tal como se esperaba—, mientras el subyacente sí salía por encima de las estimaciones (5,5% vs. 5,4% est.). Una parte del mercado ha celebrado estas cifras cuando estamos ante la mayor subida en doce meses desde 1984. Si ya tenemos en cuenta los diferentes cambios que han hecho algunas administraciones a la hora de calcular este dato, lo más probable es que la inflación real lleve mucho tiempo en niveles sonrojantes.
Las principales bolsas mundiales tuvieron una sesión positiva, alargando el rebote desde los mínimos del lunes y dando la sensación de que los inversores dan por bueno tanto el dato de inflación como las palabras de Powell el martes. Aunque siempre hay algún pero: en este caso Philips anunció ayer que no llegará a las estimaciones de ventas en los resultados del cuarto trimestre de 2021. Como viene siendo habitual en un mercado con valoraciones muy exigentes, la cotización se desplomó un -15,46%. Otro buen aviso para navegantes ahora que comienza la temporada de resultados empresariales.
Feliz jueves.