Día mixto en los mercados de renta variable, en los que los valores cíclicos volvían a tener un mejor desempeño que los tecnológicos o de los más defensivos como son las empresas de servicios públicos. Además, poco a poco se van recuperando los niveles de contratación en los mercados tras varias jornadas con volúmenes muy bajos. En Asia, los mercados han recuperado bastante terreno gracias a la mejora del sentimiento de los inversores americanos.
A unos mercados muy tranquilos durante las últimas jornadas se suman unos indicadores macro tranquilizadores al otro lado del Atlántico. Ayer conocíamos un nuevo descenso de las solicitudes semanales de subsidio por desempleo en Estados Unidos. Se situaron en 406.000 en la semana que terminó el 22 de mayo, frente a los 444.000 de siete días antes. Además, el crecimiento del PIB se confirmó en un 6,4% en el primer trimestre, pero con una revisión al alza del componente del gasto personal. Una magnífica noticia, teniendo en cuenta que el consumo es el principal motor de la economía estadounidense y que sirve para que los inversores vuelvan poco a poco a apostar por las empresas más favorecidas por la recuperación económica.
También conocíamos ayer las intenciones presupuestarias del presidente Biden. La ambiciosa doble agenda de modernización de infraestructuras y ampliación de la cobertura social va a provocar un agujero histórico en las cuentas de la principal economía del mundo. Es posible que la propuesta de seis billones de gastos para el próximo curso fiscal sea meramente una tentativa de cara a unas duras negociaciones en el Congreso, pero por lo pronto ha provocado algo de movimiento en los mercados de renta fija. Es cierto que el bono americano sigue en el intervalo entre 1,5% y 1,7% en el que se sitúa desde hace semanas, pero estas noticias provocan una inclinación de la curva de rendimientos y que la deuda de las principales economías retroceda un poco en términos de precio. Por suerte para el Tesoro de EE.UU. la demanda de bonos en estos niveles de rendimiento está siendo muy fuerte. Ayer mismo la subasta de títulos a siete años presentó unos niveles elevados de deuda. Por otro lado, el volumen de recompra inversa de la Fed alcanzó este jueves un máximo histórico de 485.000 millones de dólares, presionando aún más las tasas de interés en el corto plazo y demostrando el exceso de liquidez presente en el sistema. Por su parte, el BCE mantendrá su ritmo de compra de bonos hasta el verano y los analistas han restado importancia a la posibilidad de un cambio de política el 10 de junio.
Hoy conoceremos el esperadísimo dato de inflación del consumidor PCE (Personal Consumption Expenditures) del mes de abril. Veremos si se sitúa por encima del 3% por primera vez en mucho tiempo, lo cual podría tener un fuerte impacto en el último día de mercado del mes de mayo al otro lado del Atlántico (el lunes celebran Memorial Day).
Buen fin de semana.