Los inversores siguen apostando fuertemente porque lo peor ya haya quedado atrás y que tanto la reapertura de las economías como las ayudas de los Gobiernos y bancos centrales serán suficientes para evitar una gran crisis económica. Los valores ligados al turismo llevan ya varios días de fiesta, pero es posible que esta pandemia haya cambiado tanto los hábitos de consumo de la gente a corto plazo que estos valores vuelvan a penar en no mucho tiempo.
Ayer conocíamos diferentes datos macroeconómicos de Estados Unidos y que resultaban mixtos. Algunos, como el de la confianza de los consumidores, muestran cierto signo de estabilización después de una fuerte caída en el mes anterior que había generado una señal de contracción para la economía. Un repunte más contundente de la confianza de los consumidores indicaría un aumento del gasto de los consumidores, necesario para la reaceleración de un amplio crecimiento económico.
Por su parte, si bien las ventas de viviendas nuevas pueden ser bastante volátiles, en parte debido al bajo volumen, el hecho de que se estabilizaran en abril, contrariamente a las expectativas, es una señal positiva para el mercado de los inmuebles. Se alinea bien con el modesto repunte de la confianza de los constructores de este mes y el aumento de las solicitudes de hipotecas.
En cambio, hay otros negativos, como el índice de actividad nacional de la Reserva Federal de Chicago que bajó un récord de 11,77 puntos en abril a -16,74, mínimo histórico. Las cuatro grandes categorías de indicadores y la mayoría de los 85 indicadores individuales disminuyeron respecto al mes anterior e hicieron contribuciones negativas al índice general. Por tanto, tenemos algunos indicadores haciendo suelo y otros que aún se sitúan en mínimos históricos.
Además, Trump sigue empeñado en su guerra dialéctica con China. Mientras, la situación en Hong Kong no termina de tranquilizarse. Y en Europa seguimos sin unión de ningún tipo.
Las bolsas subiendo con fuerza, los bonos estables y noticias tanto políticas como económicas no muy positivas. A mí me da que aquí hay gato encerrado. Y creo que no soy el único en el mercado que lo piensa. Las valoraciones empiezan a ser elevadas y los indicadores técnicos por ahora no nos hacen pensar que lo peor ya haya quedado atrás. De hecho, ayer, a pesar de las fuertes subidas, el S&P 500 se quedó justo en la media de 200 sesiones. Si lo hubiera superado con claridad podríamos estar hablando de que es un momento de compra. Sin embargo, no fue capaz y por algo será.
Hoy conoceremos más datos sobre la situación económica de EE.UU. gracias a la publicación del libro Beige. Además, por fin tendremos algo más de claridad sobre el fondo de recuperación de la UE.
Buen día.