Ayer vivimos un día de esos para olvidar, en un año que recordaremos durante mucho tiempo. Los decepcionantes datos económicos, junto con las subidas de tipos por parte del Banco de Inglaterra y del de Suiza, deprimieron los activos de riesgo. El optimismo con el que fueron acogidas las palabras de la Fed el miércoles ha sido revaluado y tanto el crédito como la renta variable se llevaban un revolcón. Las probabilidades de una recesión aumentaron nuevamente y las expectativas de inflación a cinco años cayeron. Los bonos del Tesoro, después de la venta inicial, terminaban la jornada ejerciendo de refugio seguro. La rentabilidad exigida cayó al cierre y se sitúa en el 3,25%.
Empezando por los bancos centrales, el BoE elevó la tasa en 25 pb a 1,25%, como se esperaba y por quinta reunión consecutiva desde diciembre de 2021. Al igual que en mayo, tres miembros habrían preferido un aumento de 50 pb. Además, la nota de prensa aclara que «el Comité estaría particularmente alerta a las indicaciones de presiones inflacionarias más persistentes y, de ser necesario, actuaría enérgicamente en respuesta». Un nuevo aumento de 25 pb en agosto parece más probable, siempre y cuando la inflación no sorprenda demasiado al alza para entonces y el BoE probablemente anuncie un calendario para sus ventas de gilts.
Por su parte, el Banco Nacional Suizo (BNS) aumentó inesperadamente los tipos en 50 pb a -0,25%. No solo anunció inesperadamente la primera subida de tipos desde septiembre de 2007 (mientras que casi todos los economistas no esperaban ningún cambio), sino que lo hizo con un aumento de 50 pb, que nadie había esperado (al menos entre los economistas encuestados). También anunció varias modificaciones que se traducen en un cambio significativo de la política. La declaración de política monetaria señala que «no se puede descartar que se necesiten nuevos aumentos en el precio del dinero del BNS en el futuro, previsible para estabilizar la inflación en el rango consistente con la estabilidad de precios a mediano plazo». Más importante aún, el BNS eliminó la frase de que el franco suizo está «altamente valorado» en su declaración de política. Además, si bien mantuvo la voluntad de «participar activamente en el mercado de divisas, según sea necesario» para garantizar condiciones monetarias apropiadas, el presidente Jordan en sus observaciones dijo que el BNS consideraría vender divisas si el franco suizo se debilitara. Esto significa que el balance probablemente también desempeñará un papel en la política del banco central. Los anuncios muestran una clara preocupación del BNS por la inflación. Según su nuevo pronóstico, esta aumentará a un ritmo del 2,8% (desde 2,1%) durante 2022, 1,9% (desde 0,9%) para 2023 y 1,6% (0,9%) para 2024. Durante la conferencia de prensa quedó muy claro que se necesitarían más subidas para reducir la inflación a menos del 2%.
En cambio, esta madrugada, el Banco de Japón ha decidido mantener sus estímulos monetarios y el precio del dinero, así como su compromiso de hacer todo lo necesario para mantener la rentabilidad del diez años por debajo del 0,25%.
En este contexto, el dólar vivió una venta agresiva. Antes de la jornada de ayer, el franco suizo era la segunda moneda más cara del G10 y la de menor rendimiento. Pero el fuerte movimiento vivido por la moneda helvética contra el dólar provocaba grandes disgustos a los operadores de carry e inversores de valor. El dólar se vendió frente a nueve de las monedas del G10 ante las crecientes probabilidades de que otros bancos centrales se unan a un ajuste agresivo, ya que una de las posibles medidas para controlar la inflación pasa por el control de la divisa. La venta también se vio exacerbada por el posicionamiento corto máximo en todo lo que domina el mercado forex.
En cuanto a los datos macro, el más sorprendente fue la Fed de Filadelfia de junio en -3,3 vs. 5,0 esperado (anterior: 2,6). Supone el nivel más bajo desde mayo de 2020. Además, la composición subyacente también fue débil, con los envíos y nuevos pedidos (-34,5 a -12,4) disminuyendo bruscamente, pero el componente de empleo aumentó. Tanto los precios pagados (-14,4 a +64,5) como los precios recibidos (-2,5 a +49,2) disminuyeron. El índice de condiciones comerciales a seis meses también cayó (-9,3 a -6,8). Por su parte, el inicio de viviendas en mayo en EE.UU. se quedaba en 1.549.000 y los permisos de construcción en 1.695.000. Ambos indicadores estuvieron muy por debajo de las expectativas. La reducción fue generalizada, ya que tanto los inicios de unifamiliares (-9,2%) como los de edificios de pisos (-23,7%) bajaron. Los permisos decrecieron en las cuatro regiones. Esto nuevamente destaca los desafíos de la cadena de suministro y la menor demanda debida al aumento de las tasas hipotecarias, que ya se sitúan en 5,78%, casi el doble de donde estaban a fines de 2021.
Estas noticias han llevado, junto con otras anteriores, a muchos economistas a revisar a la baja las proyecciones de crecimiento del PIB. Los diferenciales de crédito de high yield se ampliaron 40 pb a 590 pb. Esto es casi el doble de lo que estaban el año pasado. Combinado con el incremento de los tipos de interés, el coste de los préstamos para una compañía high yield promedio hoy es de casi el 9% frente al 4% en diciembre. Estos costes deberían estar afectando las valoraciones de las acciones, lo que aún estamos esperando ver. Hasta la semana pasada, la corrección en la renta variable podría explicarse principalmente por la compresión de su prima de riesgo debido a la subida de los tipos. Ahora toca que los analistas de renta variable comiencen a ajustar el BPA a futuro para tener en cuenta los mayores costes de endeudamiento, el mayor coste de conversión en dólares (a pesar del movimiento de ayer) y la disminución inevitable de los márgenes de rentabilidad.
Durante la jornada de hoy, la principal referencia será el dato de IPC de la eurozona. Parece claro que estará por encima del 8%, lo cual reflejaría un fuerte repunte desde el 7,4% del mes de abril. Además, conoceremos la producción industrial de Estados Unidos y el índice de indicadores adelantados. Como curiosidad, por la tarde se publicará el PIB de Rusia, que debería reflejar el impacto de las primeras sanciones económicas.
Buen fin de semana.