Buenos días.
Alemania 1 – Europa 0. Esta madrugada se llegó a un acuerdo de mínimos y en el último momento para poner en marcha el supervisor bancario único en la Zona Euro, pero que, tal como querían los dirigentes germanos -presionados por sus bancos-, solo supervisará a los 200 mayores bancos europeos, los que superan un volumen de activos de EUR 30.000 millones. Hoy comienza el Consejo Europeo, donde uno de los puntos a tratar será concretar el papel del BCE como supervisor bancario único que debería empezar a operar a principios de 2014, uniéndose a la actual función de gestor de política monetaria.
Sin salir de Europa, Berlusconi da un paso hacia atrás con su reaparición en primera línea política, y la prima de riesgo española abre por debajo de 400 puntos básicos. ¿Relación causa y efecto? Puede, sobre todo si añadimos a la ecuación la exitosa colocación de deuda por parte del Tesoro italiano, que muestra cierta distancia de los inversores hacia la cosa pubblica en el país transalpino.
Mientras, en EE.UU. el proceso político para acercar posturas sobre el ajuste fiscal va despacio, y lo único que se desprende de puertas afuera son expectativas: unas veces favorables a que se llegue a un acuerdo, otras no. Ayer volvió a tocar el no, filtrándose que las negociaciones estaban muy “verdes”, y que los republicanos habían rechazado la propuesta del presidente Obama de ciertas subidas de impuestos. ¿Tozudez republicana o fracaso de Obama?
Pero era Ben Bernanke quien acaparó la atención de los inversores al otro lado del Atlántico: tocaba conocer las conclusiones de política monetaria de la Fed tras la reunión de dos días del Comité de Mercado Abierto (FOMC). Se mantuvieron los tipos de interés en los niveles actuales, siendo novedad el anuncio de que seguirían en mínimos históricos hasta que la tasa de paro no baje del 6,5%, algo que no espera que ocurra antes de 2015, y siempre y cuando la inflación se mantenga por debajo del 2,5%.
Además, anunció un nuevo programa de compras de bonos a largo plazo en el mercado por importe de 45.000 millones de dólares al mes (compras que se unen a los 40.000 millones de compras del MBS del QE3). En definitiva: más liquidez al sistema, y con el nuevo anuncio sí se ampliará el tamaño de la Fed.
Buen día,
Montserrat Formoso Fraga
Directora de Gestión