Comienzan a publicarse los datos preliminares de la actividad económica para el mes de junio. El viernes fue el turno de Alemania y Francia que no dejaron buen sabor de boca al mercado con unas cifras que decepcionaron, tanto en el segmento manufacturero como el de servicios. Lo que los inversores penalizaron especialmente fue la ralentización del PMI de servicios, que en Alemania pasó de un 57,2 de mayo a 54,1 de junio cuando se esperaba un dato de 56,3, mientras que en Francia se esperaba un 52,1 y salió 48, entrando en terreno de contracción. Estos datos, unidos a un IPC mayor del esperado en el Reino Unido y la consecuente alza en los tipos del Banco de Inglaterra (BoE) de 50 puntos básicos, han hecho que tanto la jornada del viernes como la semana en su conjunto haya sido negativa para los índices. Los signos de debilidad mostrados en los datos de PMI podrían confirmar la aproximación de la tan esperada y a la vez temida recesión.
Las bolsas cerraron con números rojos el último día de la semana: el Ibex 35 cayó un -1,06%; el Eurostoxx 50 -0,76%; el S&P 500 retrocedió -0,77% y el Nasdaq 1,01% (estos dos últimos en dólares). A nivel sectorial, los que más rentabilidad lastraron en Europa fueron el inmobiliario (-1,62%) y el tecnológico (-1,49%), mientras que al otro lado del Atlántico lo hicieron los servicios públicos junto con el inmobiliario, que cedieron -1,51% y -1,16% respectivamente.
Por el lado de la deuda pública, el viernes tuvimos movimientos a la baja en la rentabilidad de los bonos, salvo para los tramos dos y tres años de la curva del Reino Unido, que aún reflejan el último movimiento llevado a cabo por el Banco de Inglaterra. Estos movimientos positivos no fueron suficientes para amortiguar las caídas que sufrieron las principales referencias de deuda gubernamental en la semana. Las curvas de Estados Unidos y Alemania aumentaron ligeramente su inversión en el tramo dos / diez años, situando a la alemana en una diferencia de 65 puntos básicos y a la americana en 99 pb, el máximo desde marzo de este año en medio de la crisis de los bancos regionales.
Esta semana tenemos batería de publicaciones relevantes que afectan a varios puntos del globo. En Europa se conocerá el jueves el IPC preliminar de la zona euro. El mercado espera un leve aumento hasta el 5,5 desde el 5,3 de mayo. En EE. UU. el mismo día verá la luz el dato de PCE, que es el indicador que utiliza la Fed como termómetro para evaluar la evolución de los precios en ese país y que se espera que se sitúe en el 3,8% desde el 4,4% anterior. Por otro lado, hoy se publica la evolución de la actividad manufacturera de la Fed de Dallas referente al mes de junio con la expectativa de que caiga en 20 millones. Y, finalmente en China, conoceremos los PMI. Las estimaciones son de una ligera caída en el de servicios del 54,5 al 53,7 y un ligero aumento en el manufacturero, lo cual no terminaría de disipar las dudas acerca del crecimiento del gigante asiático desde su reapertura a finales de 2022.
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