Buenos días.
Qué mejor que irnos de fin de semana sin saber, otra vez, y ya no sabemos cuántas van, si Grecia se puede seguir permitiendo la cascada de amenazas vacías que poco después se ven obligados a matizar y suavizar. Cierto es que las consecuencias de un Grexit son desconocidas, si bien el paso del tiempo ha servido para que los políticos europeos cubran al resto de la zona euro de esta eventualidad, algo de cuya peligrosidad para Grecia ya advierten diversas fuentes. Con Alemania jugando el papel de «poli malo», el último en demostrarle a Syriza que vender ilusiones irrealizables no se ajusta al criterio de todos los actores involucrados es el FMI, que ha negado prórroga alguna en los préstamos.
En lo que respecta a EEUU, la subida de tipos es la que manda. Si bien en los últimos tiempos las opiniones de los miembros de la Fed convergían hacia una posición común, la debilidad de los indicadores económicos ha vuelto a dinamitarla, con los halcones necesitados de un endurecimiento de la política monetaria enfrentados a las palomas asustadas de un frenazo antes de tiempo.
La presentación de resultados sigue adelante, ayer con cifras en términos generales positivas, destacando Citi, Goldman Sachs o American Express. Pero lo cierto es que la bolsa europea cedió por Grecia, la norteamericana se mantuvo gracias a las cifras corporativas, el dólar perdió fuelle debido a lo ya comentado de la Reserva Federal, y la deuda europea sigue respondiendo con tranquilidad gracias al QE del BCE y a los cortafuegos para evitar el contagio de crisis como la griega.
Buen fin de semana.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones