Ayer vivimos la continuación del lunes.
Así, las acciones europeas volvían a registrar avances, aprovechando el creciente optimismo sobre la recuperación económica tras el anuncio del lunes de una vacuna eficaz para la COVID-19. En cambio, los principales índices bursátiles estadounidenses cerraron mixtos por segunda sesión consecutiva, ya que las grandes acciones tecnológicas ampliaron las pérdidas. Por su parte, la deuda pública caía (la rentabilidad aumentaba) en medio de un mayor apetito por el riesgo.
Desde un punto de vista fundamental, la rotación procíclica de los dos últimos días, que ha impulsado a las acciones value puede explicarse por un cambio repentino en las expectativas de crecimiento de los ingresos, lo que provocaría el aumento de los beneficios a través del apalancamiento operativo. En otras palabras, por cada aumento del uno por ciento de los ingresos, el beneficio esperado debería aumentar desproporcionadamente más rápido, particularmente teniendo en cuenta los niveles bajos actuales. Esta lógica supone una rápida reversión a la normalidad prepandémica, un argumento poco fundamentado en nuestra opinión.
Mientras tanto, en Alemania, la encuesta de expectativas de crecimiento económico de ZEW disminuyó, registrando el segundo retroceso mensual sucesivo del índice. El subíndice de situación actual también registraba caídas, lo que sugiere que los profesionales de la inversión encuestados creen que el endurecimiento de las restricciones relacionadas con el virus está pesando sobre una franja más amplia de actividad alemana. Sin embargo, la disminución puede ser temporal, ya que la encuesta se realizó antes de la noticia de una vacuna eficaz de la COVID-19, que podría mejorar materialmente las perspectivas económicas.
Hoy, no deberíamos tener grandes novedades desde el lado macroeconómico.
Buen día.