Buenos días.
En estos días uno puede abandonarse en el pensamiento de que a veces es mejor no salir de la cama. Pues todo lo contrario, ante la que está cayendo sobre todo aquello que esté bajo la desprestigiada marca España, habrá que armarse de valor y tirar más que nunca hacia adelante.
Y bajo la generalizada sensación colectiva, tanto en los mercados como a pie de calle, de que algo va a ocurrir y pronto, aunque no se sepa exactamente el qué, uno se pregunta si los políticos están realmente a la altura de las circunstancias. No solo en nuestro país donde la gravedad de la situación enfila en la misma dirección a gobierno y oposición independientemente de sus colores, sino también en Bruselas. Mientras nuestra prima sigue disparada en los 535 puntos, la rentabilidad exigida a nuestros bonos a 10 años está en el 6,6% (cerca de sus máximos de 2011), y el abismo financiero parece estar llamando a nuestras puertas, desde Bruselas se suceden mensajes contradictorios.
Ayer Barroso, presidente de la Comisión Europea, afirmaba que el uso del fondo permanente de rescate, hasta ahora solo válido para rescatar países, podría usarse para la recapitalización directa de los bancos de la eurozona (y todos miramos a España). Además, reclamó que Europa debería ir hacia la unión bancaria y la emisión de deuda conjunta (los famosos eurobonos) ayudaría a la disciplina fiscal y la solidaridad en la eurozona. Música para nuestros oídos, por fin las plegarias de Rajoy parecían ser oídas…
Pero no, pronto salió Olli Rehn y un portavoz de Alemania (cada uno por su lado) para decir que de eso nada, que solo se rescata a países y que lo del eurobono puede que en otra vida. Así que ¡hala!, Santamaría y De Guindos haced las maletas que os vais de tournée a “evangelizar” por el mundo.
El diario The Telegraph recoge un artículo en el que señala que “España se enfrenta al peligro más grave desde el final de la dictadura de Franco ya que el país tiene congelada su participación en los mercados globales de capitales, deslizándose hacia un enfrentamiento épico con Europa”.
La patata caliente de nuestro gobierno es la recapitalización de los bancos, que necesitan entre 30.000 y 50.000 millones de euros (depende de la fuente y de cómo veamos el vaso), y la única opción factible (que no deseable) es que el gobierno emita deuda. ¿Pero cómo va a lograrlo si el acceso a los mercados de capitales es prohibitiva debido a la elevada rentabilidad que nos exigen por comprar nuestra deuda?
Así que Mayday, tenemos un problema, y esta espiral autodestructiva parece que solo podrá frenarse si Bruselas nos ayuda. Y Bruselas nos dice que más, que hay que hacer más porque nos ven como gente poco seria que solo actuamos al borde del abismo: nos exigen aumento del IVA, eliminación de la deducción de la compra por vivienda que el actual ejecutivo recuperó, y aplicación de una vez por todas de medidas que ya han sido aprobadas como atrasar la edad de jubilación.
Sin noticias del BCE.
P.D.: la noche es más oscura justo antes del amanecer… Aunque en esos momentos uno se conforme con el surrealismo y el amanece que no es poco.
Buen día,
Montserrat Formoso Fraga
Gestión de Carteras