Después del abundante flujo de información que tuvimos la semana pasada, lo mejor era una sesión de esas que se conocen como de transición para empezar la semana.
Y es que los mercados no se movieron en exceso más allá de que tocaba caer, en los precios de la bolsa y en los de los bonos. La verdad es que más allá de lo que ya había sucedido durante el fin de semana, la actualidad fue lo suficientemente escasa para explicar tal comportamiento.
Lo más interesante del día estaba, otro día más, en la política europea. Concretamente en el harakiri que se están haciendo Los republicanos por culpa de Fillon, agarrado a la candidatura y sin ganas por parte de su contrincante dentro del partido, Alain Juppé, de sucederle. Todo esto el mismo día en que los líderes europeos y europeístas de Alemania, Francia, Italia y España pasearan por Versalles la necesidad que tiene la Unión Europea de defenderse contra los ataques implosivos.
Dicho todo lo anterior, los indicadores económicos europeos siguen sin registrar temor alguno a los desafíos a los que se enfrenta el bloque. La confianza del inversor Sentix, publicada ayer, es otro más de los muchos datos que presenta la mayor lectura en una década. La misma película es aplicable para las referencias macroeconómicas por más que la victoria de Trump levantara cierta polvareda, aunque los pedidos de fábrica y de bienes duraderos, ambos conocidos ayer y por encima de las estimaciones, no son del todo representativos por la volatilidad que les caracteriza.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones